La rinitis alérgica afecta a una de cada cinco personas en nuestro país y en primavera los síntomas suelen agudizarse. En esta nota te contamos a qué se debe y qué podés hacer para minimizarlos.
Para muchos es la estación más linda del año, en cambio para una proporción importante de nuestra sociedad (cerca de 5,5 millones) la primavera se transforma en un calvario y desean que pase lo más rápido posible.
Se trata de las personas que padecen renitis alérgica o alergia de primavera. Los especialistas indican que las brisas características de esta época del año liberan pólenes al medio ambiente y, al quedar suspendidas en el aire se adhieren a la mucosa nasal, la garganta y a la conjuntiva de los ojos dando lugar a los síntomas característicos de la rinitis alérgica como estornudos, nariz tapada, goteo nasal (moco acuoso), picazón de nariz, oído y paladar. Esta ‘lluvia de pólenes’ es producida por el álamo, arce, fresno, tilo, y principalmente por el plátano, árboles que abundan en la Ciudad de Buenos Aires.
Según FUNDALER (Fundación para el Estudio del Asma y otras enfermedades alérgicas) la obstrucción nasal, al paso del aire, puede ser casi completa o completa lo que obliga a respirar por la boca con las consiguientes molestias, como su sequedad, ardor en la garganta y propensión a la sinusitis.
Además, la misma obstrucción impide que las secreciones se eliminen por la vía anterior nasal y obliga a que se deslicen por la parte posterior de la nariz, lo que llamamos catarro nasal posterior descendente, acumulándose allí y expectorándolas, o, lo que es más frecuente deglutiéndolas. Estas secreciones irritan la faringe con sensación de ardor, carraspera y frecuentemente, tos, e, incluso, irritación de la laringe con aparición de disfonía. Cuando la inflamación nasal es muy intensa puede haber disminución del olfato, hiposmia o ausencia total del mismo, anosmia.
¿El cambio climático afecta?
Sí, altera y prolonga el período de polinización incrementando su intensidad más allá de la propia primavera. “En el último tiempo las estaciones se presentan más intensas y prolongadas por lo que los pacientes acusan más sintomatología. Primavera y otoño aumentan las causas de las alergias estacionales. En primavera por los pólenes y en otoño por los ácaros”, sostiene la especialista, al tiempo que subraya la importancia de ventilar los ambientes sin superar los 10 minutos ya que al abrir puertas y ventanas se liberan los ácaros pero también ingresan los pólenes.
¿Existe una predisposición genética?
Una alergia específica generalmente no es hereditaria, pero la tendencia a desarrollar alergias a menudo se transmite de padres a hijos.
¿Cómo se detecta?
Para detectar a qué se es alérgico, el médico puede indicar tests cutáneos o de sangre.
¿A qué edad pueden aparecer los primeros síntomas?
Los niños predispuestos elaboran la alergia al polen (técnicamente llamada sensibilización al polen) durante la etapa pre escolar.
¿Cuáles son los peores momentos del día?
Los síntomas se agudizan durante las mañanas y al atardecer, cuando los niveles de polen son más altos, así como en los días más cálidos y ventosos.
¡No te automediques!
Podés concurrir al médico general o al pediatra, aunque ante casos recurrentes y/o crónicos se justifica la consulta con un otorrinolaringólogo que realizará un exhaustivo interrogatorio y examen, brindando un diagnóstico de certeza e indicará el tratamiento adecuado para cada paciente, apunta la médica.
¿Cómo se trata?
Los medicamentos que se prescriben para la rinitis actúan rápido y son seguros, destacan los especialistas. La enfermedad puede también inmunomodularse con vacunas contra alergenos específicos, que reducen el impacto en la salud y tienen efecto prolongado. No hay cura para la rinitis alérgica.
¿Cómo podemos minimizar los síntomas?
Lo más importante es identificar qué nos produce alergia para evitar la exposición al alérgeno. Usar anteojos de sol para prevenir molestias oculares, viajar con las ventanillas cerradas y usar aspiradora en lugar de barrer. Si hacés actividad física al aire libre, también se aconseja el uso de barbijos.
Otras medidas que pueden ayudar.
Para reducir el impacto de estas alergias se sugiere evitar el alcohol y beber abundante agua para favorecer la eliminación de la mucosidad. También se recomienda seguir una alimentación rica en productos frescos, como las frutas y las hortalizas, que aportan vitamina C y contribuyen al funcionamiento normal del sistema inmunológico.
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