28Nov 2019
Síndrome Intestino Irritable y alimentación
Los especialistas advierten sobre mitos y creencias de quienes padecen esta patología, ya que podrían incurrir en un déficit nutricional.
El Síndrome de Intestino Irritable (SII) afecta al 6% de la población, aproximadamente, sobre todo mujeres entre 20 y 40 años. Se trata de un trastorno funcional del tubo digestivo, cuyos principales síntomas incluyen dolor abdominal, hinchazón y alteraciones del tránsito intestinal, en forma de estreñimiento o diarreas. Es una patología crónica, esto quiere decir que si bien con tratamiento pueden disminuir y hasta desaparecer los síntomas no es cubrable.
Por lo general, quienes padecen SII, encuentran el problema en algún grupo de alimentos o componente de su dieta. Esta falsa creencia los induce a realizar dietas restrictivas, sin control médico y en ocasiones puede llevar a una mal nutrición o a hacer dietas demasiado restrictivas, con la consecuencia de afectar severamente su salud nutricional, advierten los especialistas.
Es fundamental que quienes padecen SII puedan recibir un asesoramiento profesional integral e individualizado acerca de la conveniencia de restringir o no ciertos alimentos en su vida diaria. Es decir, sólo habrá dietas de exclusión cuando lo indique un especialista, quien se ocupará de la supervisión de la misma y marcará además su duración aconsejada y el momento preciso de la reintroducción de los alimentos restringidos.
Mitos
Falso: los pacientes que tienen SII no puedan consumir fibra. Se recomienda moderar el consumo de fibra insoluble e incrementar el de fibra soluble (en forma de gomas, pectinas y mucílagos).
Falso: tomar café no supone un riesgo para el desarrollo del SII. La cafeína y otras sustancias excitantes, como la teína o el alcohol, pueden exacerbar los síntomas de aquellas personas que sufren esta patología.
Falso: creencia de que el SII se puede curar con un tipo de dieta especial. Es una enfermedad crónica, cualquier consejo o remedio que se presente como curativo será falso. La dieta es un factor que puede alterar la función intestinal, y esto es lo que contribuye a generar los síntomas propios de la enfermedad. Los especialistas sugieren una dieta baja en grasas y libre de estimulantes, lo que ayudará a mejorar los síntomas, pero no debe ser el único tratamiento, sino un complemento.
Falso: si se tiene SII, no se pueden tomar lácteos. Aunque la prevalencia de intolerancia a la lactosa es igual en la población general que en los pacientes con SII, se ha evidenciado que los síntomas son más intensos en este subgrupo de pacientes. De todos modos, se recomienda hacer una dieta de exclusión de lácteos cuando se haya detectado objetivamente una malabsorción de lactosa o bien cuando haya síntomas relacionados con el consumo de estos productos.
Como siempre sugerimos desde APSOT, es muy importante hacer la consulta con el especalista.
28 de noviembre de 2019
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