25Abr 2018
La enfermedad dermatológica de la que nadie habla
«Encontró al coronel Aureliano Buendía en el cuarto del cepo, tendido en un catre y con los brazos abiertos, porque tenía las axilas empedradas de golondrinos». Con su prosa magistral, Gabriel García Márquez describió en esta línea de «Cien años de soledad» la enfermedad que sufría su mítico personaje, y que en realidad conocía muy bien: él mismo la padecía. Los golondrinos es una forma de llamar a los forúnculos que caracterizan a la hidradenitis supurativa.
Esta enfermedad se genera por un problema del sistema inmune y se caracteriza por la aparición de forúnculos o abscesos repetidos, por lo general, en las partes íntimas: las axilas, los pechos, los genitales y la zona perianal. A medida que avanza, provoca serias lesiones en la piel como infecciones y supuraciones que despiden mal olor.
Este cuadro limita seriamente a quienes la padecen, provocando aislamiento y limitación en la vida social y sexual. En ocasiones, suelen aparecer de manera asociada trastornos de ansiedad y depresión que hasta pueden hacer perder la fuente laboral.
Se estima que en nuestro país, al menos 400 mil personas la sufren. De todos modos, no hay cifras oficiales, ya que se tarda en diagnosticar o los pacientes sienten vergüenza y no recurren a la consulta médica. A nivel mundial se conoce que afecta más a las mujeres que a los hombres y suele aparecer alrededor de los 21 años y declinar a los 50.
La hidradenitis se produce por una inflamación de las glándulas sudoríparas. Esto provoca la obstrucción de los folículos pilosos y ahí empieza la formación de las lesiones, que son muy dolorosas. Se abren al exterior drenando un líquido que mancha y mantiene la ropa húmeda en forma permanente y genera un olor muy desagradable.
Lograr una detección temprana, como en muchas enfermedades, es clave para obtener una mejor respuesta al tratamiento, que suele combinar antibióticos, un medicamento biológico y en algunos casos cirugía.
25 de abril de 2018
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