Produce rigidez e inflamación en las articulaciones, malestares que afectan la calidad de vida.
La artritis reumatoidea (AR) es una enfermedad sistémica, autoinmune, progresiva y crónica que afecta principalmente las articulaciones de las personas. Se estima que afecta a más de 21 millones de personas en el mundo y cerca de 400 mil en Argentina.
Por tratarse de una enfermedad sistémica, puede provocar también daños en otros órganos como el corazón, pulmones, ojos y la piel. De allí, la importancia del diagnóstico e inicio del tratamiento temprano.
Además, según los especialistas, hasta el 40% de los pacientes puede tener complicaciones en su productividad laboral debido a esta patología.
La osteoartritis, el tipo más común de esta enfermedad, provoca la descomposición del cartílago en la articulación. El cartílago es aquel revestimiento duro y escurridizo que amortigua los extremos de los huesos y los permite moverse libremente. Con el transcurso del tiempo, el cartílago puede desgastarse completamente y hacer que los huesos se rocen entre sí, lo cual provoca dolor y dificulta el movimiento de la articulación.
Los especialistas indican que, junto a la terapia farmacológica, un cambio de hábitos puede ayudar a disminuir su impacto. El sobrepeso y la obesidad aumentan el riesgo de sufrir osteoartritis en las caderas, rodillas y columna, porque el exceso de peso ejerce más presión y tensión sobre esas articulaciones, lo que también eleva el riesgo de daño para el cartílago. Además, las proteínas producidas por el tejido adiposo ocasionan una inflamación nociva en las articulaciones que también contribuye al desarrollo de la enfermedad.
Si bien una vez que el cartílago empieza a dañarse el proceso es irreversible, bajar de peso disminuye la presión sobre las articulaciones y eso, a su vez, reduce la probabilidad de que el cartílago se descomponga más. También sirve para reducir la inflamación y, de esa manera, disminuir los síntomas de la artritis.
El yoga o el tai chi también pueden contribuir al alivio de las molestias y a mejorar la flexibilidad. Esas terapias implican hacer ejercicios y estiramientos suaves, contribuyendo a generar elasticidad.
Por último, si fumás, es un motivo más para dejarlo, ya que el tabaco se relaciona con daños acelerados en el tejido conectivo, artritis y dolor por artritis.
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