13Jul 2018
Mindfulness contra el estrés laboral

El estrés y la ansiedad en el ámbito laboral están haciendo que las personas opten por técnicas de relajación. Además, cada vez más empresas utilizan mindfulness para aumentar el bienestar y la productividad de sus empleados. En esta nota te contamos de qué se trata esta técnica de meditación de origen budista.

El mindfulness se fundamenta en desarrollar nuestro estado de atención para vivir en el aquí y el ahora. Esta técnica de meditación ayuda a crear hábitos de trabajo, permanecer alerta y gestionar las situaciones estresantes. Recientes estudios demostraron que tras seguir un programa de mindfulness, los participantes reconocieron un mejor estado físico y emocional, y aumentaron el tiempo de sueño.

Todos conocemos, por experiencia propia qué es el estrés en el ámbito del trabajo: estar bajo presión, responder a una serie de demandas excesivas, superposición de tareas, hacer frente a las crisis internas y externas que amenazan al sistema, vivir con incertidumbre, dificultades en la comunicación,  presiones y exigencias impuestas y auto-impuestas.

El estrés es una reacción innata del organismo frente a una situación de desequilibrio entre las demandas y los recursos con los que cuenta una persona para hacer frente a dichas demandas. Esta es una reacción de supervivencia que permitió y permite a la especie sobrevivir y adaptarse al medio en el que vivimos, muchas veces hostil. Cuando la percepción de los recursos se ve superada por las demandas, se activa automáticamente la reacción de estrés, que es ni más ni menos una hiperactivación psicofisiológica del organismo para poder hacer frente a la situación.

Mindfullness o “atención plena” sirve especialmente a aquellos empleados con mucho trabajo y que tienen la sensación de que nunca llegan a completar todas las tareas que deben hacer. De todas formas, no hay que exagerar al apostar a este método. Si bien ayuda a prevenir el estrés y alivia muchas molestias físicas y psíquicas, no es una medicina rápida y mágica.

El concepto original proviene del budismo y su práctica actual fue repensada por el estadounidense Jon Kabat-Zinn. En pocas palabras, la atención plena es una actitud que se busca a través de la meditación y que intenta que uno esté en el aquí y ahora y pueda encontrarse con uno mismo de forma benévola. Quienes practican mindfulness intentan en primera instancia concentrarse en el momento y percibir sus sentimientos y sensaciones.

Un estudio realizado por profesores de la Universidad de Maastricht demostró que las personas que trabajan en contacto directo con otras, sienten menos estrés si están atentas. Sin embargo, si bien esta técnica ayuda a prevenir el estrés, aún no está del todo claro que ayude a aumentar el rendimiento.

La práctica de Mindfulness es un entrenamiento sistemático de la atención que permite a las personas desarrollar recursos internos de auto-observación y auto-regulación, que brindan la posibilidad de desactivar la reacción automática del estrés crónico, a través de observar claramente las reacciones corporales y emocionales que surgen frente a un estresor.

Las personas aprenden a detenerse, hacer una pausa y responder de manera más adaptativa, desactivando la cadena reactiva que se genera en el estrés crónico. Esto implica entrenar la mente para estar plenamente atento en el momento presente, justamente lo contrario a lo que sucede en la reacción crónica del estrés.

El entrenamiento desarrolla un alto nivel de conciencia, y le permite a la persona enfocar la realidad del momento presente aceptándola, lo que implica salir del “piloto automático”, y vivir plenamente el presente tal cual se manifiesta, para poder, desde allí, dar las respuestas y hacer los cambios necesarios de manera más conciente y eficaz.

El entrenamiento en Mindfulness permite:

  • Aumentar la capacidad de manejar situaciones estresantes.
  • Mayor claridad en la toma de decisiones.
  • Mayor creatividad en la resolución de conflictos.
  • Mantener el equilibrio y el foco mental sostenido en ambientes desafiantes.
  • Reducir intencionalmente las reacciones de estrés, haciendo elecciones conscientes en respuesta a los desafíos laborales.
  • Involucrarse en grupos de trabajo a través de un liderazgo auténtico y genuino.
  • Crear y sostener hábitos de trabajo saludables.
  • Acceder a un mayor nivel de calma y estabilidad.

 

13 de julio de 2018
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