16Ago 2018
Triglicéridos, ¿por qué y cuando pueden ser peligrosos para nuestra salud?

Es probable que el análisis de sangre de rutina incluya los valores de los triglicéridos. Si bien, no tienen tanta fama como el colesterol, es importante conocer qué es y cómo impactan de manera negativa en nuestra salud.

Entre todos los valores que se miden de forma rutinaria se encuentran los triglicéridos. Se trata de un tipo de grasa presente en la sangre. Una vez que nuestro cuerpo almacena los lípidos (triglicéridos) en las células grasas, las hormonas los liberan para producir energía entre las comidas. Hasta aquí todo funciona con un sistema de reserva.

El problema aparece cuando comemos más calorías que las que quemamos, en particular carbohidratos y grasas (ya que son fáciles de consumir). En este caso, los exámenes pueden indicarnos altos niveles de triglicéridos, algo conocido como hipertrigliceridemia.

El valor normal se ubica por debajo de 150 miligramos por decilitro (mg/dL).

Límite alto: de 150 mg/dL a 199 mg/dL.

Valor alto: de 200 mg/dL a 499 mg/dL se considera alto.

Muy alto 500 mg/dL o más.

¿Cuál es la diferencia entre los triglicéridos y el colesterol?

“Los triglicéridos y el colesterol son tipos diferentes de lípidos que circulan en la sangre. Los primeros almacenan las calorías no usadas y le aportan energía al cuerpo, y el colesterol sirve para crear células y ciertas hormonas. Debido a que los triglicéridos y el colesterol no se disuelven en la sangre, circulan por el cuerpo con la ayuda de las proteínas que transportan los lípidos, es decir, las lipoproteínas”, explican los especialistas.

¿Cuáles son los riesgos de tener los triglicéridos altos?

Los niveles altos de triglicéridos pueden contribuir al endurecimiento de las arterias o al engrosamiento de las paredes de las arterias (aterosclerosis), lo que eleva el riesgo de sufrir accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos y enfermedades cardíacas. Los niveles de triglicéridos extremadamente elevados, por ejemplo, por encima de 1000 mg/dL (11,29 mmol/L), también pueden provocar pancreatitis aguda.

A menudo, los niveles altos de triglicéridos son signo de otras afecciones que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares, como la obesidad y el síndrome metabólico. Este último es un conjunto de trastornos que se caracteriza por la acumulación de exceso de grasa en la cintura, presión arterial alta, triglicéridos altos, nivel elevado de azúcar en sangre y niveles anormales de colesterol.

A veces, los niveles elevados de triglicéridos son una señal de diabetes de tipo 2 mal controlada, bajos niveles de hormonas tiroideas (hipotiroidismo), enfermedad renal o hepática, o afecciones genéticas poco frecuentes que afectan la manera en que el organismo convierte la grasa en energía. Además, podrían ser un efecto secundario de algunos medicamentos, como betabloqueadores, píldoras anticonceptivas, diuréticos o corticoides.

¿Qué podemos hacer para bajar un nivel alto de triglicéridos?

Mantener los triglicéridos en valores normales no requiere un esfuerzo adicional respecto de otros cambios de hábitos que favorecen la salud general. A continuación, seis modificaciones que te ayudarán a controlar tus triglicéridos, pero también el colesterol y la presión arterial, entre otros factores de riesgo cardiovascular.

Bajá de peso. Si sos obeso, bajar entre 2,3 kg y 4,5 kilos puede ayudarte a reducir el nivel de triglicéridos. “Para motivarte, pensá en los beneficios, como tener más energía y un mejor estado de salud”.

Consumí menos calorías. Recordá que las calorías adicionales se convierten en triglicéridos y se almacenan en forma de grasa. Bajar la cantidad que consumís disminuirá el nivel de triglicéridos.

Evitá alimentos con azúcar o ingredientes refinados. Los carbohidratos simples, como el azúcar y los alimentos hechos con harina blanca, pueden elevar el nivel de triglicéridos.

Elegí grasas más saludables. Reemplazá las grasas saturadas de las carnes por las grasas monoinsaturadas más saludables que se encuentran en los productos de origen vegetal, como los aceites de oliva, maní y canola. Consumí más pescados con alto contenido de ácidos grasos omega-3, como la caballa y el salmón, en lugar de carne roja.

Limitá el consumo de alcohol. El alcohol tiene un alto contenido de calorías y de azúcar, y ejerce un efecto particularmente potente sobre los triglicéridos. Incluso un consumo leve de alcohol puede elevar el nivel de triglicéridos.

Hacé ejercicio. Fijate el objetivo de hacer, como mínimo, 30 minutos de actividad física todos o casi todos los días de la semana. La actividad física regular puede reducir el nivel de triglicéridos y aumentar el colesterol “bueno”. Hacé una caminata a paso ligero, nadá unos largos en la pileta o unite a un grupo de entrenamiento. Si no tenés media hora para hacer ejercicio, intentá dividirlo en series de 10 minutos (una caminata corta, subí las escaleras en el trabajo o hacé algunos abdominales o flexiones de brazos mientras mirás televisión).

Si la incoporación de hábitos saludables no es suficiente para controlar los triglicéridos, es probable que el médico indique medicamentos que “pueden ayudar, pero el estilo de vida también es importante”, destacan los especialistas.

 

16 de agosto de 2018
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