En ocasiones puede presentar síntomas similares al del ataque cardíaco. Sin embargo, la mayor diferencia es que no reviste urgencia médica como este último. Esta nota brinda información para conocer las señales similares y las distintivas.
Según los especialistas, los ataques de pánico se tratan de un trastorno psiquiátrico que se manifiesta física y psíquicamente. Luego de sufrir por lo menos dos crisis, la persona teme en forma persistente que las mismas se repitan o que le provoquen consecuencias catastróficas, como volverse loco, perder el control o sufrir un infarto, hasta pensar en la muerte.
Un ataque de pánico es la aparición repentina de miedo o malestar intenso, que se acompaña de, al menos, cuatro de los siguientes síntomas:
- Palpitaciones o taquicardia
- Sudoración
- Temblores o sacudidas
- Sensación de ahogo
- Sensación de atragantarse
- Opresión o malestar en el pecho
- Náuseas o molestias abdominales
- Inestabilidad, mareo o sensación de desmayo
- Sensación de irrealidad o de estar separado del propio cuerpo
- Miedo a perder el control o volverse loco
- Miedo a morir
- Hormigueos
- Escalofríos o sofocaciones.
Si bien el ataque de pánico o crisis de ansiedad comparte casi todos estos síntomas, muchas veces es muy difícil hacer el diagnóstico diferencial. Por ello, siempre es necesario hacer rápidamente una consulta médica. El infarto se manifiesta con un dolor opresivo en la zona retro retroesternal (comúnmente llamada la zona de la corbata) que puede irradiarse al hombro y brazo izquierdo, cuello, mandíbula y a la espalda. Dura desde minutos hasta horas, y puede acompañarse de sudoración fría.
Por lo general, los casos de ataque de pánico, suelen asociarse con episodios de hiperventilación (respiración frecuente), palpitaciones, y sensación de temores. Además, un ataque de pánico ocurre espontáneamente o un evento estresante puede desencadenarlo, pero no representaría un peligro inmediato. De todos modos, si se presentan los síntomas mencionados, es necesario acudir a la guardia médica de inmediato de manera que un profesional pueda brindar un diagnóstico certero. En la guardia deberían realizar dos estudios complementarios: un electrocardiograma y un análisis de laboratorio.
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