Amamantar es el acto más generoso y de amor que podamos dar a nuestro bebé. Las mamás, sobre todo primerizas, encuentran en la puericultora la especialista que les acompaña en esta etapa. Te contamos exactamente cuál es su rol.
Las puericultoras trabajan incentivando, promoviendo y difundiendo los beneficios de la lactancia materna. Lo hacen desde una mirada integral incluyendo todos los aspectos: individuales, familiares, sociales, económicos, entre otros.
Es quien luego de haber dado a luz, te visita en el sanatorio y mediante una breve encuesta puede saber cómo estás conectando con tu bebé y específicamente cuáles son las dificultades, si es que las hubiera, a la hora de amamantar.
La puericultora, además, puede acompañar a las mujeres y sus familias desde la gestación, hasta los primeros años de vida de sus hijos: brindando información, apoyo, sostén y asistencia en cada una de estas etapas, fundamentalmente en todo lo relacionado a la lactancia materna, cuidados de los bebés y niños/as.
Por otro lado, cumplen un rol social ya que colaboran con el desarrollo, implementación y evaluación de políticas de protección a la embarazada, parto respetado, el vínculo temprano y la alimentación natural. Favorecen el desarrollo de programas de difusión de la lactancia materna, cuidados del recién nacido y el niño pequeño, así como emprenden acciones educativas y asistenciales en beneficio del fortalecimiento de la relación temprana madre-hijo.
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