Es una manifestación clínica mediante la inflación de una articulación, sin embargo no se trata de una enfermedad en sí misma.
La artritis reumatoidea es una patología inflamatoria crónica y autominmune que genera dolor, rigidez, hinchazón y pérdida de la movilidad de algunas partes del cuerpo. Afecta más a las mujeres que a los hombres y suele ocurrir a partir de los 40 años. En nuestro país, se estima que la sufren entre el 0,5% y el 0,8 % de la población y afecta principalmente mujeres –tres veces más que a varones– entre los 35 y los 45 años.
Entre las causas, como es una patología autoinmune, se produce cuando el sistema inmunitario ataca el sinovial, el revestimiento de las membranas que rodean las articulaciones. Este proceso inflamatorio puede llegar a destruir el cartílago y el hueso dentro de la articulación. Los tendones y ligamentos que mantienen unida la articulación se debilitan y se estiran. Gradualmente, la articulación pierde su forma y su alineación.
El médico reumatólogo solicitará una serie de estudios radiológicos, ecográficos y de laboratorio, mínimamente (sumado a lo anterior al interrogatorio y al examen físico).
La artritis es por lo tanto un síntoma y un signo presente en diferentes enfermedades entre estas:
- Artritis reumatoidea
- Artritis psoriásica
- Artrtitis asociada a diversas enfermedades autoinmunes
- Artritis asociada a enfermedad inflamatoria intestinal
- Artritis asociada a inflamación ocular
- Artritis asociada a enfermedad oculta o neoplásica
- Artritis asociada a enfermedades endocrinológicas
- Artritis asociada a procesos infecciosos localizados o generalizados.
Los especialistas indican que es sumamente importante detectar la artritis de manera precoz, con el fin de evitar que la enfermedad progrese a nivel de la articulación con daño irreversible.
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