El virus del papiloma humano (HPV) es de transmisión sexual. Sin embargo, para que tenga efecto en edad adulta es necesario que se aplique en las edades mencionadas. Esta vacuna ya forma parte del calendario nacional y es gratuita.
La mejor herramienta de prevención contra el HPV es la vacuna. ¿De qué se trata este virus? Es una de las infecciones de transmisión sexual (ITS) más comunes que afectan a hombres y mujeres en todo el mundo. Hay más de 200 tipos diferentes de VPH, pero se sabe que la infección persistente por algunos de ellos causa ciertos tipos de cáncer, como por ejemplo, cáncer cervical, de pene, anal y orofaringeo. Otros tipos de HPV de bajo riesgo son responsables de las verrugas genitales.
Con el objeto de disminuir la mortalidad ocasionada por los tumores asociados a la infección, en nuestro país se desarrolla un abordaje integral que consta de la prevención primaria a través de la educación sexual y la vacunación, así como también la prevención secundaria que incluye la detección precoz y el tratamiento oportuno de las lesiones de alto riesgo.
En nuestro país, la vacuna contra el HPV fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación (CNV) en 2011. En ese entonces, se estableció la vacunación de las niñas de 11 años de edad nacidas a partir del año 2000. El año pasado, el derecho de acceder a esta vacuna se extendió a los varones de 11 años nacidos a partir de 2006. Esto no sólo sirve para prevenir el cáncer asociado al HPV en el varón sino que, además, produce lo que se conoce como “inmunidad de rebaño”. Mediante esta estrategia, el varón inmunizado no va a transmitir esta infección a las mujeres y por eso se incluyó en el CNV para niños y niñas a partir de los 11 años de edad.
Tanto los niños como las niñas, entre 11 y 14 años de edad, cuentan con esta cobertura y deben recibir dos dosis separadas por 6 meses, de acuerdo a lo que establece la estrategia del Ministerio de Salud de la Nación. Sin embargo, a pesar de que la vacunación contra el HPV es gratuita y obligatoria para este grupo etario, las estadísticas muestran que las tasas de vacunación no son tan altas como deberían ser.
Aunque el mayor beneficio se obtiene si se aplican antes de iniciar la vida sexual activa, también son útiles en jóvenes y adultos. Se indican para prevenir las lesiones por HPV que pueden causar desde verrugas genitales o en las cuerdas vocales, hasta cáncer de cuello uterino, de vulva, vagina, pene, ano, recto u orofaríngeo.
Por lo general, esta infección no presenta síntomas característicos y, por eso, mucha gente está infectada sin saberlo. Puede provocar verrugas genitales y lesiones que, al malignizarse, pueden producir distintos tipos de cáncer. Aún las mujeres que reciban la vacuna deben realizar un control ginecológico anual.
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