Dengue: La importancia de la prevención

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03Mar 2020

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Dengue: La importancia de la prevención

El Dengue es una enfermedad dinámica que puede evolucionar desde formas leves a graves. Por eso, es importante prevenir y tomar las medidas necesarias para evitar la presencia del mosquito Aedes Aegypti, transmisor de la enfermedad.

En lo que va de 2020, ya hay 336 casos confirmados en la Argentina, y solamente en la Ciudad de Buenos Aires ya se han registrado casi el triple de casos de dengue que en las cinco primeras semanas del año pasado, según el último Boletín Epidemiológico Semanal.

Esta enfermedad viral es transmitida por la picadura del mosquito Aedes aegypti. El mosquito se alimenta con sangre de una persona enferma de dengue y luego pica a otras personas, transmitiendo la enfermedad. El contagio sólo se produce por la picadura de los mosquitos infectados, nunca de una persona a otra, ni a través de objetos o de la leche materna. Las personas infectadas presentan el virus en el torrente sanguíneo desde un día antes y hasta cinco o seis días después de la aparición de la fiebre.

Síntomas

La infección por dengue puede ser clínicamente inaparente o puede causar una enfermedad de variada intensidad, ya que es una enfermedad sistémica y muy dinámica.

Las formas leves de la enfermedad sólo se manifiestan con un cuadro febril agudo, de duración limitada (2 a 7 días); en otros casos, la fiebre está asociada a intenso malestar general, cefalea, nauseas-vómitos, cansancio intenso, dolor retro ocular, dolor muscular y articular. El paciente puede tener, además, erupción cutánea, dolor abdominal y, a veces, diarrea. En algunos casos pueden evolucionar a formas graves (dengue grave) en las que hay manifestaciones hemorrágicas, que pueden llevar a un cuadro de shock.

Tratamiento

-No automedicarse
-No tomar aspirinas, ibuprofeno ni aplicarse inyecciones intramusculares
-Consultar al médico

Salud pública

El dengue es un problema creciente para la Salud Pública mundial debido a varios factores: el cambio climático, el aumento de la población mundial en áreas urbanas de ocurrencia rápida y desorganizada, la insuficiente provisión de agua potable -que obliga a su almacenamiento en recipientes caseros descubiertos-, la inadecuada recolección de residuos y la gran producción de recipientes descartables -que sirven como criaderos de mosquitos. A esto se suman el aumento de viajes y migraciones, fallas en el control de los vectores y la falta de una vacuna eficaz.

Prevención

-Eliminar todos los criaderos de mosquitos tanto dentro como fuera de la casa.

-Eliminar recipientes como latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados.

-En el caso de baldes, palanganas o tambores, hay que darlos vuelta para que no acumulen agua, o en el caso de portamacetas y bebederos, hay que vaciarlos permanentemente.

-Prevenir la picadura del mosquito, colocando mosquiteros en las ventanas y puertas de las viviendas y usando repelentes sobre la piel expuesta y sobre la ropa con aplicaciones cada 3 horas. En verano, primero se coloca el protector solar y luego de unos 20 minutos el repelente.

03 de marzo de 2020