Sabemos que el deporte es salud y que el ejercicio físico tiene muchos beneficios: ayuda a retrasar el envejecimiento y la aparición de flacidez, evita la obesidad y reduce el estrés. Sin embargo, es importante que cuidemos nuestra piel cuando hacemos deporte y tener en cuenta un factor importante: el sudor. Te contamos más en esta nota.
Así nos afecta el sudor
La parte positiva es que aumenta la oxigenación de nuestra piel, renovando la dermis desde las células y preparándola para aceptar mejor los tratamientos posteriores. Además, nos ayuda a arrastrar el exceso de sebo atrapado en los poros y las bacterias de la superficie, consiguiendo tener una piel más limpia y luminosa.
Pero, por otro lado, la sudoración excesiva desmineraliza y deshidrata la epidermis, por ello podemos notar la piel más seca tras el ejercicio. Los tejidos pueden volverse más vulnerables a factores como el envejecimiento cronológico, los radicales libres o las radiaciones UV.
Por este motivo, antes, durante y tras el ejercicio, conviene seguir unas pautas básicas para proteger nuestra piel:
Antes de hacer deporte
Hay que limpiar la piel con un producto suave hidratante para eliminar las bacterias y el exceso de sebo. Conviene entrenar sin maquillaje, ya que en combinación con el sudor puede causar obstrucción en los poros.
Si el ejercicio es en el exterior, es muy importante aplicar un producto de protección solar de amplio espectro (UVB-UVA) SPF 50+, en todas las áreas expuestas; rostro, cuello, escote, brazos, piernas, etc.
También hay que mantenerse bien hidratado, por lo que conviene tomar agua desde la hora anterior.
Durante el ejercicio
Enriquecer nuestra piel con sprays de agua termal, para aportar una dosis extra de hidratación y frescura. Cuando comiences a sudar, y trates de secarte el sudor, conviene que lo hagas palpando suavemente, sin arrastrar ni agredir la piel.
Y un consejo: en el gimnasio es importante que limpiemos las máquinas antes de comenzar, pues las bacterias tienden a acumularse en esos aparatos y es muy común que nos toquemos la cara mientras hacemos ciclo o elíptica.
En el caso de que llevemos protección solar, tendremos que repetir la aplicación de crema si el entrenamiento sobrepasa los 30 minutos.
¿Y después de hacer deporte?
Para eliminar el exceso de sudor y las bacterias, es importante limpiarse la piel con leche limpiadora y tras esta, repetiremos la limpieza con un gel o mousse suave.
En el caso de que la piel tenga exceso de sebo, optá por lociones limpiadoras que contengan peróxido de benzoilo.
Y para terminar, tonificá la piel (con un producto sin alcohol) e hidratá con una crema que contenga minerales esenciales como el magnesio y el zinc, oligoelementos y vitaminas que nos ayuden a reponer la hidratación y minerales perdidos por el sudor.
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