Las rodillas son articulaciones de carga esenciales en el movimiento del cuerpo, tanto durante el deporte como en nuestras actividades cotidianas.
Es normal que pensemos que al ser jóvenes no necesitamos recaudos antes de realizar ejercicio, pero es justamente el hábito el que puede hacer la diferencia. Primero que nada: la elongación. Debemos elongar antes y después de hacer deporte. De lo contrario, es factible que suframos, a largo plazo, cambios en nuestra postura o grupos musculares acortados.
La afección llamada artrosis sí se vincula especialmente con la edad, alrededor de los 60 años. Puede detectarse por el ruido que hacen las rodillas al moverse, causando dolor y limitación. Una vez que consultemos con nuestro médico de cabecera, se determinará si conviene operar o no. Los factores que varían la decisión tienen que ver con la edad, el perfil del paciente, el grado de lesión y el deterioro funcional.
Es importante tener noción de que nuestro cuerpo funciona como una máquina en donde cada parte se encuentra interrelacionada, con lo cual un problema en las rodillas puede desembocar en otra molestia física.
Si se define no intervenir quirúrgicamente, habrá varias herramientas para poder disminuir las molestias
(teniendo en cuenta que se trata de un proceso de carácter degenerativo), tales como elongaciones musculares, ejercicios de flexibilidad y entrenamiento aeróbico.
Aún no hay comentarios en esta nota.
QUE TE AYUDARÁN A CUIDAR TU SALUD