23Ago 2018
¿Cuáles son las diferencias entre Vegetariano, Vegano y Crudivegano?

En la búsqueda de salud, bienestar y/o siguiendo valores ecológicos y sustentables, cada vez más personas siguen diversos modos de alimentación. En esta nota podrás conocer de qué se trata cada uno y sus diferencias.

Las opciones van desde comer sólo vegetales, hasta no consumir ningún alimento cocido, pasando por una combinación específica de alimentos o sólo el consumo de frutas frescas y secas.

Si bien los nutricionistas advierten que la quita de ciertos grupos alimentarios de la dieta diaria puede traer algunas complicaciones de salud, cada vez son más los seguidores de diferentes tipos de alimentación. Como siempre advertimos, antes de seguir alguno es necesario realizar la consulta con su médico de cabecera.

Presentamos qué caracteriza a cada forma de alimentación y cuáles son las diferencias.

Vegetarianismo: forma de alimentarse en la cual se excluyen las carnes, todo tipo de carnes, rojas y blancas, es decir, no se consumen animales, pero sí sus derivados, como por ejemplo lácteos, leche, queso, miel.

Veganismo. Ser vegano consiste en abstenerse de consumir productos de origen animal: carne, lácteos, huevos y miel, entre otros. Pero es también una filosofía de vida, pues no se utiliza ropa de cuero, lana o seda. En tanto, cualquier producto cosmético que usen no debe de haber sido testeados en animales, ya que el veganismo promueve el derecho que éstos tienen a no ser considerados propiedad privada. ¿En que se basa la dieta? Soja, quinoa, seitán, verduras y frutas. Utilizan también mucho glúten de trigo, con el que se pueden hacer desde milanesas hasta pizzas. Es por eso, quizás, que el bajo nivel de colesterol de los veganos sorprende al mundo.

Raw Food (o crudiveganismo). El Raw Food está sumamente relacionado con la movida ecológica. Es comida vegana, orgánica y sin cocción, ya que consiste en comer sólo cosas crudas. La dieta consiste principalmente en: vegetales, frutas frescas y secas, leche de semillas, alimentos fermentados y deshidratados. Evitando las temperaturas elevadas se mantienen intactas las enzimas de los alimentos. Esta corriente busca tanto el bienestar físico como la espiritualidad, ya que con su práctica se sostiene una comunión con los seres vivos y se renueva el amor por la tierra aceptando los alimentos como son en su esencia, sin enmascararlos con procedimientos de cocción.

Frugivorismo: esta corriente sostiene que el humano está preparado física y químicamente, para alimentarse sólo de frutas, frutos secos y semillas. Entendiendo que provenimos de los monos, y ellos se alimentan de esta forma, y tanto la dentadura que tenemos, como nuestro aparato digestivo, intestinos, etc, están diseñados para este tipo de alimentación.

Macrobiótica. La cocina macrobiótica, a diferencia de las otras tendencias, no prohíbe nada ni exige practicar ningún tipo de creencia. En este caso, se prioriza el aspecto medicinal de la alimentación, considerándosela como determinante de la salud. Dado que la mayoría de las enfermedades están relacionadas con una flora intestinal débil o una mala irrigación sanguínea, los macrobióticos buscan un equilibrio tanto físico como emocional a través de su dieta. Pero, a no confundirse, los macrobióticos no son necesariamente vegetarianos. Hay dietas especiales para cada dolencia y para cada tipo de organismo. Al comienzo, cuesta desligar las ganas con lo que uno necesita pero, con el correr del tiempo, el practicante va notando los cambios y entendiendo que el ingerir determinados alimentos produce determinado resultado en su cuerpo. Con esta simple toma de conciencia de las causas y las consecuencias, el organismo entra en una dinámica de plenitud.

Ayurveda. El Ayurveda es una práctica milenaria nacida en la India cuya filosofía es: “la primera farmacia está en la cocina”. “Ayur” significa vida y “veda”, conocimiento. El ayurveda indica qué hacer para estar sanos y cómo sanar desequilibrios cuando se instalan. No pretende curar un cáncer avanzado, pero sí las molestias cotidianas que sufren la mayoría de las personas. Es un sistema holístico que integra mente, cuerpo y espíritu. Se basa en las distintas energías que nos componen. Si bien siempre hay una que predomina en cada uno de nosotros, a veces el desequilibrio alimenticio nos lleva a un desequilibrio espiritual, por lo que podemos sufrir determinados problemas como sobrepeso, colesterol, caída del pelo o dificultad para engordar.

 

 

23 de agosto de 2018
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