28Ene 2020
El yoga, una disciplina milenaria con múltiples efectos positivos en nuestra salud.
El tipo de vida occidental nos solicita un mayor nivel de consciencia corporal para poder afrontar el estrés del día a día. El yoga nos hace ser conscientes de nuestro ser y mejorar la coherencia entre el sentir interno y la expresión física. Aquí te contamos de qué se trata esta disciplina y sus beneficios en nuestra salud.
Durante una sesión de yoga, que suele durar entre una hora y una hora y media, se practican diferentes asanas o posturas armonizadas que, en conjunto con la respiración, benefician tanto el cuerpo como la mente de quien la ejecuta. Las posturas tienen diferentes grados de dificultad, desde las más sencillas para principiantes hasta las más extremas que practican los alumnos avanzados.
La mayoría de las clases suele comenzar con un pre-calentamiento llamado “Saludo al Sol”, que comprende una sucesión dinámica de posiciones que se inician de pie y nos hacen bajar hasta el suelo para calentar y lubricar músculos y articulaciones. Todo ello combinado con la respiración, que nos ayuda a generar calor y energía corporal.
Todas las clases de yoga terminan con una relajación de unos 10 o 15 minutos en la que se devuelve al cuerpo y a la mente a la calma. Según el estilo de yoga o el profesor también puede hacerse una meditación final.
Otros aspectos positivos de la práctica del yoga son:
- Aumento de nuestra energía y fuerza
- Mejoría notable en la salud física en general
- Posee efectos positivos en nuestra salud emocional y lucidez mental
- Estimula nuestros sentidos (visual, auditivo y táctil)
- Fortalece nuestra musculatura
- Nos ayuda a relajarnos y a tomar conciencia de nuestro cuerpo
- Mejora nuestra respiración y regula el sistema nervioso
El yoga, además de todos los beneficios antes mencionados, “contribuye a lograr el desarrollo sostenible y avanzar hacia estilos de vida que están en armonía con la naturaleza», explica la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Esta disciplina es segura para la mayoría de las personas pero puede ser necesario evitar algunas posturas y adaptarla a su edad y estructura corporal.
Por ejemplo, si tenés presión arterial alta, glaucoma o ciática deberás informárselo a tu instructor para que te proponga una rutina especial y de bajo impacto. En el caso de que seas mujer y estés embarazada, también podrás encontrar clases específicas para futuras mamás, las cuales te ayudarán a dormir mejor y a preparar el canal de parto para el alumbramiento.
28 de enero de 2020
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