Una especialista en climaterio, advirtió que sólo a partir de los 69 años se puede espaciar el Papanicolau y afirmó que a pesar de los cambios propios de esa etapa, la vida sexual puede vivirse en plenitud.
La especialista precisó que entre el 80 y 85% de las mujeres tienen los típicos «calores», mientras que otras presentan irregularidades menstruales o aumento de peso.
«El tratamiento es un traje a medida hecho para cada mujer, por lo que los suplementos hormonales están indicados en los casos donde la paciente está muy sintomática y ve afectada su calidad de vida», señaló. También precisó que la edad promedio en que las mujeres entran en la menopausia en la Argentina es de 52.7 años, y recordó que se considera que se está menopáusica cuando pasó un año desde la fecha de la última menstruación.
«Hay que recordar que las mujeres menopáusicas deben seguir haciéndose controles anuales, ya que estar en el período de la menopausia no implica que se deban dejar de hacer controles de rutina. Sólo a partir de los 69 años se puede espaciar el Papanicolau, pero de ninguna manera se deben dejar de hacer controles anuales», remarcó.
Con respecto a si la menopausia incrementa el riesgo de contraer cáncer de mama, la especialista confirmó que no, y sobre la sequedad vaginal, uno de los síntomas que más afecta la calidad de las relaciones sexuales de las mujeres menopáusicas, indicó que «hay diversas soluciones, como tratamientos locales que van de óvulos a cremas y que dan muy buenos resultados».
«La menopausia es una etapa de la vida que da la oportunidad a los médicos para hacer prevención. Antes las mujeres no eran tratadas, pero ahora, en cambio, podemos prevenir un montón de enfermedades, como osteoporosis, problemas cardiológicos, presión y diabetes», enfatizó.
Por su parte, la dermatóloga Laura Alfie señaló que una de las soluciones para mejorar la sequedad vaginal es el «láser vaginal o láser de CO2 vaginal».
«Hay una solución clínica para mejorar la vida sexual femenina sin cirugía ni bisturí: se trata de un sistema de láser CO2 (dióxido de carbono) que emite un haz fraccionado que se aplica sobre las paredes de la cavidad vaginal, logrando el tensado y la formación de nuevas fibras de colágeno», explicó a Télam la también miembro de la Sociedad Argentina de Láser y Tecnología Médica (Saltem).
La especialista precisó que el procedimiento es indoloro, no invasivo y que da como resultado «una completa remodelación y contracción de las paredes vaginales a largo plazo, que recuperan lubricación, PH y elasticidad».
«Es un tratamiento láser de refuncionalización vaginal que repara las estructuras vulvo-vaginales que hayan sido alteradas por simetría, desgarro, multiparidad o simplemente envejecimiento. Además de disminuir el dolor a la penetración, mejora la gratificación sexual, lubricación vaginal y sensibilidad», subrayó.
Además de ese procedimiento, «existen lubricantes que pueden ayudar a combatir la sequedad», agregó Alfie, quien remarcó que «no se debe usar jabón para higienizarse, ya que suele producir alergia y resequedad de las mucosas».
Hay productos especiales para la higiene íntima, aunque lo más recomendable es el agua. También se aconseja no utilizar ropa interior de nylon sino de algodón, y en caso de utilizar protectores diarios, evitar los que tienen perfume. En cuanto a la vestimenta, se aconseja que sea holgada y que se eviten los pantalones muy ajustados», completó.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) estimó que dentro de 30 años habrá más de 1.000 millones de mujeres de 50 o más años que atraviesen la etapa de la menopausia, es decir, el triple que en 1990.
«No hay que perder de vista que la menopausia, que es el nexo entre la etapa reproductiva de la mujer y la no reproductiva, puede vivirse a pesar de su fuerte carga emocional en total plenitud sexual», remarcó Alfie.
Fuente: Telam
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