La nutrición es uno de los pilares más importantes para cuidar y potenciar la salud de nuestro cerebro. Algunos consejos para promover una dieta neurosaludable en nuestra propia casa.Cada año conocemos más datos acerca de cómo la nutrición tiene una repercusión directa en el funcionamiento y envejecimiento de nuestro cerebro.
Es aquí donde aparecen los denominados neuroalimentos o brain food, aquellos que protegen a este órgano de enfermedades, potencian su desarrollo y permiten un funcionamiento óptimo.
La ciencia nos reveló datos sorprendentes de la relación cerebro – alimentación. En primer lugar, sabemos que el 25 por ciento de lo que comemos se metaboliza en el cerebro y que se transforma en energía que le permite la creación de nuevas neuronas. Además, se ha comprobado que este órgano utiliza energía para comunicarse y que toda esa energía-alimento que ingerimos y que consume es la que nos permite poner atención, tener mayor y mejor memoria y un estado de ánimo más alegre y positivo.
Por otro lado, sabemos que una nutrición poco neurosaludable puede volvernos vulnerables y proclives a presentar problemas de aprendizaje, trastornos depresivos o de ansiedad, problemas del sueño, trastornos demenciales y pueden afectar nuestra capacidad de concentrarnos y acelerar nuestro envejecimiento cerebral.
Así, la ciencia nos enseña que los beneficios de los alimentos neurosaludables son mayores cuanto antes comencemos a consumirlos. En este sentido, el envejecimiento cerebral y las demencias pueden relacionarse con hábitos nutricionales que vienen desde la infancia. Por esta razón, es fundamental empezar a prevenir.
Algunos alimentos neurosaludables a tener en cuenta:
1. El Omega 3 es un alimento que no puede faltar en nuestra dieta, especialmente el pescado azul, como el salmón, atún y sardinas. También lo podemos encontrar en las semillas de chía y la palta. Este gran alimento beneficia la concentración, la velocidad en la que procesamos la información, el aprendizaje y la memoria además de contribuir al desarrollo de un estado de ánimo más saludable.
2. El huevo, de cualquier forma: duro, frito, revuelto, en tarta y hasta en forma de tortilla. Para el cerebro, lo que más importa es la yema porque nos aporta colina (nutriente), que potencia el desarrollo de la memoria.
3. Las frutas, de todo color y sabor. La fructuosa es considerada la mejor fuente de glucosa y el cerebro necesita muchísima. Entonces, a amigarse con las frutas a la hora del desayuno y las meriendas y como postres después del almuerzo y la cena es la mejor fuente de energía que necesita el cerebro de los niños. Las frutas son nuestro mejor aliado como neuroprotectores, ya que protegen las neuronas del envejecimiento.
4. Nueces y frutos secos, un gran snack para grandes y chicos. Para mayores de 3 años según la Academia de Pediatría las nueces sólidas, sin embargo antes, siempre bajo aprobación del pediatra, las podemos incorporar como manteca, mantequilla de maní, de almendras, etc. Son alimentos neuroprotectores que además favorecer el buen funcionamiento de nuestras capacidades cognitivas permiten tener un pensamiento más ágil, mejor razonamiento, memoria y rendimiento intelectual.
¿La mejor noticia? Hoy sabemos que cuidar de nuestro cerebro está en nosotros, en nuestras decisiones del día a día y que hay muchas cosas que podemos hacer para desarrollar y conservar un cerebro sano para toda la vida.
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