27Sep 2018
Mujeres y corazón, ¡en alerta!

La enfermedad cardiovascular en la Argentina es la principal causa de muerte en el sexo femenino, sin embargo persiste la idea equivocada de que se trata de un problema sólo de los hombres. Conocé cuáles son los factores de riesgo y qué controles se deben hacer para mantener un corazón saludable.

 Cada 11 minutos muere una mujer por enfermedad cardiovascular en nuestro país. Sí, las cifras son alarmantes y puede deberse a falta de conciencia y de controles a tiempo. En general, cuando nos preguntamos acerca de las enfermedades con mayor incidencia en las mujeres inmediatamente pensamos en patologías ginecológicas, como el cáncer de mama, útero y ovarios. Sin embargo, la enfermedad cardiovascular es responsable del doble del total de las muertes que estas últimas pueden generar, según la Fundación Cardiológica Argentina.

Los controles ginecológicos están más presentes, pero los cardiológicos están más relegados a partir de la menopausia o posteriormente. Los especialistas indican que los cuadros coronarios en las mujeres son de mayor riesgo que en los hombres, incluso pueden sufrir más complicaciones y la mortalidad mayor.

La realidad es que una de cada tres mujeres fallece por esta causa y el aumento de muertes anuales por infarto en los últimos diez años en la Argentina duplicó a las de los hombres. A los factores de riesgo comunes a ambos sexos (diabetes, hipertensión arterial, obesidad o sobrepeso, exceso de colesterol y de triglicéridos, sedentarismo, tabaquismo, depresión y estrés) se agregan otros factores de riesgo específicos: el embarazo pretérmino, hipertensión y diabetes gestacionales, la menarca y la menopausia, además de los tratamientos oncológicos y enfermedades autoinmunes, que también elevan el riesgo cardíaco.

La mujer sufre más el estrés

En los últimos años apareció evidencia suficiente de que a la conocida lista de los factores de riesgo crónicos para la salud del corazón deben sumarse el estrés y la depresión (estadísticamente es más frecuente en mujeres).

¿Y el estrés? A lo largo del día, el organismo pasa por diferentes ritmos de producción de adrenalina y noradrenalina, hormonas generadoras de estrés. «Al levantarse a la mañana, siguiendo su ritmo circadiano normal, el hombre hace un pico de estas sustancias. Se va a su trabajo: ahí el ritmo puede llegar a incrementarse, hasta hacer un nuevo pico hacia la mitad del día para luego descender progresivamente, hasta la mañana siguiente. Pero  la mujer vuelve a hacer otro pico de noradrenalina después de volver del trabajo, y esto es porque generalmente es la que se ocupa de las cosas del hogar.

Si su corazón está sano, probablemente este «pico adicional» que cotidianamente padece no la afecte, pero incrementa su presión arterial y su frecuencia cardíaca y, con el tiempo, este efecto acumulado puede llegar a pesar.

También, el control de las hormonas tiroideas es importante para descartar algún desorden hormonal, ya sea hipo o hipertiroideo, porque puede generar múltiples alteraciones hemodinámicas sobre el sistema cardiovascular.

Por otro lado, a pesar de las diversas campañas preventivas que hubo en el último tiempo, muchas de ellas apoyadas por una ley que le dio sustento para evitar su consumo, y de la poca aceptación social al acto de fumar, aún continúa en aumento su consumo en la población femenina, y a menor edad. Esto lo convierte en un factor de riesgo significativo ya que los componentes del tabaco favorecen a la vasoconstricción (disminución del calibre de los vasos sanguíneos) y la ateroesclerosis (endurecimiento por depósito de sustancia grasa en las arterias).

Exceso de peso y depresión en la mujer

A todo esto, debe sumarse el exceso de peso y un factor poco conocido pero que se debe tener presente, la depresión. Al estar frente a una paciente con tendencia depresiva, seguir pautas médicas o hábitos saludables resulta más dificultoso para el tratamiento, por eso poder abordarla de forma multidisciplinaria es fundamental.

Los síntomas de la enfermedad cardiovascular ¿son iguales en las mujeres que en los hombres?

Debemos tener en cuenta que muchas veces no son iguales. La mujer, además del dolor típico opresivo, puede presentar fatiga muscular, mareos, dolor inespecífico en espalda y miembros superiores.

Como siempre promovemos desde APSOT: mantener una vida sana a través de la alimentación y la actividad física, así como hacer los controles médicos anuales.

 

 

 

27 de septiembre de 2018
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