Una buena salud oral te ayuda a disfrutar de la vida, ya que te permite hablar con claridad; saborear los alimentos y sonreír con naturalidad. Si protegés tu boca con una correcta higiene, una alimentación adecuada, hábitos saludables y una consulta odontológica en forma periódica, aumentarás las probabilidades de tener una boca sana durante toda la vida. En esta nota te compartimos más consejos.
Hay cuatro hábitos importantes para la higiene bucal: el cepillado, la limpieza con hilo dental, el enjuague y la visita periódica al dentista. También es importante el control de la ingesta de determinados alimentos, especialmente aquellos que tienen un alto potencial cariogénico, sobre todo los azúcares, como la sacarosa o la glucosa, y evitar hábitos poco saludables como el cigarrillo.
Cuidados generales
–Cepillarse los dientes durante dos minutos, al menos dos veces al día, usando cepillo y pasta dental con flúor e hilo dental, al menos una vez al día después del cepillado.
-También es importante eliminar la placa dental, una capa pegajosa y sin color compuesta por bacterias. La acumulación de placa puede causar caries y enfermedad de las encías.
-Si la placa permanece en los dientes por mucho tiempo, puede endurecerse. Esta placa endurecida se llama cálculo o sarro. La única forma de eliminarlo es con una limpieza dental hecha por un dentista.
–Cambiar el cepillo dental cada 3 meses, cuando se observa que las cerdas comienzan a abrirse o deteriorarse. El uso del cepillo es individual, no debe compartirse con otras personas.
-Ante los siguientes síntomas o signos de alerta, realizar una consulta odontológica: dolor al consumir bebidas o comidas frías o calientes, sangrado de las encías, movilidad, cambio de color o posición de las piezas dentarias.
-Es importante revisar la lengua, la cara interna de las mejillas, el paladar y el piso de la boca. Si hay lesiones que perduran largo tiempo o que no cicatrizan (mancha, un aumento de tamaño, dificultad de mover la lengua, una úlcera, sensación de hormigueo, adormecimiento y ardor) se debe consultar de inmediato a la/el odontóloga/o.
–Si una persona percibe que aprieta o rechina los dientes, puede que se trate de bruxismo. Es importante la consulta odontológica ya que los dientes pueden desgastarse, sufrir fisuras o fracturas por esta razón.
–Los piercing o aros en los labios o lengua retienen alimentos y microbios que aumentan el riesgo de enfermedad bucal y pueden romper o desgastar los dientes.
–Si las encías están inflamadas (rojas, hinchadas o sangran) es señal de que están enfermas. Se debe cambiar la técnica de higiene bucal y realizar una consulta odontológica.
-Para practicar deportes, es recomendable usar protector bucal.
–La higiene bucal se debe reforzar cuando se usan aparatos de ortodoncia, prótesis dentales o perforaciones corporales (como piercings) y se debe realizar una limpieza adecuada de estos elementos.
Por último, si tenés un mayor riesgo de enfermedad de las encías debido a una afección médica (por ejemplo, diabetes), es posible que tengas que aumentar la frecuencia de las consultas al odontólogo.
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