El trabajo, las tareas domésticas, los hijos, las preocupaciones, el ritmo de vida, nos pueden llevar a vivir situaciones de estrés. El ejercicio y el deporte, la meditación o el yoga nos ayudan. Sin embargo, ¿Sabías que las plantas también pueden aumentar la sensación de paz y relax que tanto necesitamos? Conocé en esta nota las mejores plantas antiestrés para cultivar en interiores, que le darán un toque verde y natural a tu casa.
¿Qué las hace diferentes?
Las plantas, en general, ya tienen cierta capacidad de refrescar los ambientes y transmitir serenidad. Son seres vivos y naturales que pueden ayudarnos a relajarnos. Además, ciertas especies poseen propiedades específicas que contribuyen a liberar el estrés perjudicial.
Aunque esta capacidad no está demostrada científicamente, sí hay estudios que corroboran el poder de algunas plantas para minimizar el estrés de las personas con las que conviven. Transmiten calma gracias al verde intenso de sus hojas.
En muchos casos, además, purifican el aire de un ambiente, lo que nos ayuda a respirar mejor y favorece la concentración.
Lavanda (Lavandula angustifolia)
Si estás buscando una planta aromática para cultivar en casa, la lavanda te ayuda a combatir el estrés. Su intenso y agradable perfume posee efectos tranquilizantes y reduce la sensación de nerviosismo. Se podría decir que es un relajante natural.
Además, se trata de una planta muy fácil de cultivar en maceta, gracias a sus características rústicas y resistentes. Otras aromáticas como el romero (Rosmarinus officinalis), por ejemplo, podría tener efectos similares.
Ficus benjamina (Ficus benjamina L)
Además de decorar con gracia cualquier rincón, el ficus es perfecto para luchar contra el estrés cotidiano. Para empezar, limpia el aire que se respira en tu casa. De hecho, es una de las plantas designadas como purificadoras del aire por la NASA, ya que elimina sustancias contaminantes como el formaldehído, el xileno y el benceno.
Crotón (Codiaeum variegatum)
Aunque es una planta sin flores, el crotón resulta de lo más atractivo gracias a sus bellas hojas que mezclan varias tonalidades, desde el verde claro al naranja. También te ayuda a mantener un estado mental relajado, combatiendo los picos de estrés que se producen a diario.
Para cuidarla sin problemas, protegéla de los cambios bruscos de temperatura y mantenéla en un espacio luminoso por encima de los 15º C. A la hora de regarla lo mejor es cuidar de que la tierra de la maceta esté siempre ligeramente húmeda.
Areca (Dypsis lutescens)
Es una palmera pequeña de origen tropical que se cultiva de maravilla en interiores. Limpia el aire de sustancias nocivas como formaldehído, amoniaco y xileno, y es fácil de cultivar. Su porte y sus hojas te recordarán remotos lugares exóticos, lo cual te ayudará a relajarte.
Debés ponerla en un ambiente luminoso, pero sin sol directo, y lograr que la temperatura esté entre los 13 y los 24º C. Si en verano hace mucho calor, pulveriza sus hojas.
Aloe vera (Aloe vera)
Todos conocemos las bondades del aloe, una planta suculenta de hojas carnosas de color verde claro. Además de sus propiedades curativas (el gel de sus hojas es calmante y reparador para diversas afecciones de la piel), purifica el aire limpiándolo de monóxido y dióxido de carbono, de formaldehído y de benceno. Esto mejora nuestra respiración y también el estrés que nos atenaza.
Para cultivarla con éxito tenés que protegerla del frío intenso y vigilar el riego, haciendo aportes de agua espaciados en el tiempo y cuidando de que el sustrato tenga un buen drenaje.
Cinta o malamadre (Chlorophytum comosum ‘Variegatum’)
Esta planta tan habitual en las casas españolas es perfecta para mantener el estrés bajo control. Elimina el monóxido de carbono del aire, lo que mejora nuestra capacidad de respiración y nos protege de inhalar sustancias perjudiciales.
Para que crezca preciosa buscále un rincón con luz indirecta y humedad ambiental. Si no es posible, tendrás que pulverizarla de vez en cuando. Regála de forma abundante una vez a la semana en invierno, y de dos a tres veces semanales en verano.
Drácena (Dracaena marginata)
Esta planta originaria de las zonas tropicales de África es perfecta para combatir el estrés, ya que purifica el aire y aporta serenidad. Se cultiva con facilidad en espacios interiores y es muy decorativa.
No necesitará que le busques un emplazamiento especial, ya que crece bien en cualquier situación de luminosidad, en zonas de mucha luz y en rincones más oscuros, siempre que no haga demasiado frío (le gustan las temperaturas por encima de 14º C).
Para no estropearla es importante no pasarse con el riego. Esperá a que se seque el sustrato antes de hacer otro aporte de agua. Con estos sencillos cuidados tu drácena estará feliz y contenta.
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