La elongación es importante para que nuestros músculos trabajen adecuadamente, evitemos lesionarnos y tengamos mejor postura y coordinación.
Por todo esto, resulta muy útil tomarnos un espacio dentro de nuestra agitada rutina para dedicarle un tiempo a los ejercicios que acá te explicamos.
- Espalda.
La más perjudicada de la vida sedentaria y el estrés. Para prepararte, debés mantener una respiración relajada, aflojar los hombros y la cara. Y algo más, que aplica a este y todos los ejercicios que hagas: no te exigas más de lo que podés dar. Cada cuerpo es un mundo, prestale atención. Sentados en una silla o en el piso, estirá los brazos hacia el frente, con un brazo encima del otro. Luego flexioná los codos, juntando palma con palma. Al final, rotá los hombros.
- Psoas.
Qué es el psoas? Un músculo clave que conecta la columna vertebral con las piernas. Arrodillados en el piso, colocamos la pierna izquierda adelante, con la rodilla abierta a 90 grados. Recomendamos poner una manta o colchoneta para que no te duela la otra pierna. Las caderas deben mirar hacia adelante. Con las manos sobre las rodillas, desplazamos la columna de forma recta, hacia adelante también.
- La Pinza.
Parados, con las piernas juntas, colocamos las manos sobre la cadera, Extendemos brazos hacia arriba y bajamos para adelante desde la cadera con las pernas rectas. Si podemos, tocamos el piso con las palmas o los dedos. Relajamos dejando que la cabeza cuelgue. Este ejercicio es beneficioso para calmar el cerebro y liberar el estrés.