El tabaco le hace mucho daño a tu salud y a la de quienes deben respirar el humo de los cigarrillos que fumás. Si querés dejar el cigarrillo pero de sólo pensarlo te genera ansiedad, te compartimos estas claves para combatir el estrés en esta nueva nota.
Dejar de fumar es un gran logro.
El cigarrillo es un hábito que le hace daño a tus pulmones, al corazón y a la piel. También aumenta las posibilidades de que tengas cáncer en el futuro, entre otras consecuencias negativas.
Lo dicen hasta las cajas de cigarrillos: “El fumar es perjudicial para la salud”. Pero todo eso no es suficiente para que tomes la decisión y abandones el hábito para siempre. Tampoco te ayuda pensar que el cigarrillo te deja mal olor, que afecta tu sentido del olfato, que te genera un gasto extra innecesario y muchos otros factores que van más allá de la salud.
Si la ansiedad y la tensión que te genera el solo hecho de privarte de un cigarrillo hace que vuelvas a caer en la tentación, he aquí siete claves para combatir el estrés:
Regla número 1: cambiá tu forma de pensar. Dejar de fumar no tiene por qué ser tan difícil, sólo que estás tan acostumbrado(a) a escucharlo que te has convencido de que no podrás vivir sin un cigarrillo en la mano. Pensálo de este modo: ¿qué es lo que te lleva a prender otro? ¿es la ansiedad?
Regla número 2: sé prevenido(a). Si vas a tomar la decisión de dejar el tabaco, tené en cuenta que te esperan unas semanas difíciles. La adicción física al cigarrillo desaparece luego de los primeros días o semanas de abandonarlo. Sin embargo, los nervios son traicioneros y la tentación es más fuerte. Preparáte para enfrentarte a eso. Algo que puede ayudarte es pensar en una buena razón para dejar de fumar y repetírtelo a vos mismo(a) cuando estés en una fiesta donde haya fumadores y vos, en contra de lo que todos esperan, esta vez dirás: “No, gracias, ya no fumo”.
Regla número 3: buscá una actividad que te guste. No dudes en darte un gusto y hacer esas cosas que te hacen sentir tan bien. Podés comprarte algo que te guste con el dinero que estás ahorrando de los cigarrillos.
Regla número 4: comenzá una rutina de ejercicios. El deporte y la actividad física son los mejores aliados a la hora de combatir el estrés ya que te ayudan a liberar tensiones y cambian la energía de tus pensamientos.
Regla número 5: no bajes la guardia y pensá siempre positivo. Cada vez que te veas tentado(a), podés repetirte esa gran razón que te ha impulsado a tomar la decisión. Pensá que podés pasar los buenos y los malos momentos sin la ayuda del cigarrillo. De hecho, el cigarrillo no resuelve tus problemas ni te ayuda a sentirte más seguro(a) en ningún evento social, sólo que hasta ahora no te habías dado cuenta.
Regla número 6: no te preocupes por los problemas a largo plazo. En este el momento te preocupa el que no vuelvas a encender un cigarrillo nunca más. Buscá una solución práctica a los problemas inmediatos y olvidáte de aquéllos que sean a más largo plazo, para ocuparte de ellos más adelante, cuando te sientas más fuerte y mas seguro(a).
Regla número 7: no reemplaces los cigarrillos por otro hábito que también sea dañino. Muchas personas calman la tensión que les genera la falta de tabaco comiendo dulces o comida en forma impulsiva, sin poder parar. Esto tampoco es saludable. Recordá que no necesitás nada más que a vos mismo(a) para enfrentarte a las situaciones que te generan tensión, ya sean buenas o malas.
Tené siempre presente que cuanto antes puedas controlar la ansiedad, mayores serán las posibilidades de éxito.
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