La tercera edad es una etapa en la que se producen numerosos cambios físicos y, por eso, es fundamental prestar especial atención a las necesidades del cuerpo y a las señales que da, para llevar una vida saludable ¿Qué cuidados especiales hay que tener? Leélos en esta nota.
–Prestar atención al aparato digestivo y el tránsito intestinal, para evitar el estreñimiento.
-Tener buenos hábitos al dormir. Con el correr de los años el sueño se vuelve más liviano. Por eso, es necesario procurar condiciones para lograr un descanso reparador. Malos hábitos al dormir, siestas prolongadas, falta de actividad física, enfermedades que causan dolor, la necesidad frecuente de orinar y algunos medicamentos son los principales enemigos de los adultos mayores en este proceso.
-Cuidar la piel: La piel se vuelve más seca, pierde elasticidad y se torna más frágil, facilitando la aparición de lesiones e infecciones. Se recomienda el uso de cremas hidratantes y secar bien los pliegues de la piel.
-Cuidar los pies: éstos pueden sufrir por causa de ciertas enfermedades, la mala circulación, las consecuencias de uñas mal cortadas o el uso de zapatos inadecuados. Los problemas en los pies son a veces la primera señal de afecciones en la salud como la artrosis, la diabetes, los trastornos neurológicos o circulatorios.
-Prestar atención a la disminución en los sentidos. Es vital evitar que la pérdida de audición o de la visión provoquen aislamiento social o accidentes.
–El cuidado bucal es una condición básica para consumir los alimentos necesarios y nutrirse de manera apropiada.
-Estar atentos a la pérdida de memoria. El proceso de fijar nueva información tiende a ser más lento, y puede alterarse como resultado de ciertas enfermedades, algunos medicamentos o ciertos eventos vitales (jubilación, viudez, soledad, aislamiento social). Realizar ejercicio físico favorece el bienestar del cerebro.
-Tener una alimentación variada, que contenga proteínas, hidratos de carbono, lípidos, sales minerales y vitaminas, así como también incorporar alimentos ricos en fibras (frutas, verduras y granos enteros). De esta manera, el organismo logra funcionar de forma correcta y crea mecanismos de defensa contra diversas enfermedades.
Recomendaciones:
–Consumir 4 o 5 porciones de lácteos descremados (leche, yogurt, quesos). Tienen un gran aporte energético, proteico, mineral y vitamínico. Además, el calcio mantiene la fortaleza en los huesos y previene la osteoporosis.
–Reducir o evitar el consumo de sal en la dieta diaria, para reducir el riesgo de padecer hipertensión arterial, accidentes cerebro-vasculares, generar enfermedades cardíacas, o saturar los riñones, provocando su mal funcionamiento.
–Disminuir el consumo de té o café, que pueden ocasionar alteraciones en el sueño, acidez estomacal, aumento en la presión sanguínea y la asimilación escasa de algunos minerales y vitaminas.
–Consumir abundante líquido (dos litros por día como mínimo). Agua potable, jugos, refrescos, leche, frutas y verduras aportan al cuerpo el líquido que pierde a través de sus distintas funciones como respirar, sudar y evacuar.
-Ejercicio: Durante la tercera edad se recomienda realizar al menos tres veces por semana una simple caminata de 30 minutos a paso constante y sostenido.
-Vacunas: Los adultos mayores se deben vacunar periódicamente para prevenir enfermedades infecciosas graves. Las aconsejadas son: Antigripal, Doble bacteriana Difteria – Tétanos (cada 10 años), Fiebre amarilla (en zona de riesgo), Hepatitis B, Antineumococica.
Con estos consejos, el adulto mayor puede evitar y reducir riesgos de salud, que ayudan a prevenir y tratar la diabetes, el sobrepeso, la hipertensión arterial, la artrosis y la osteoporosis, al tiempo que favorecen la función digestiva, contribuyen a mantener la masa muscular y mejoran la calidad de sueño. Es clave estar atentos a los cambios en el aspecto físico, motriz e intelectual y recurrir a una consulta médica ante cualquier duda.
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