En el verano se suman, a los deportistas de raza, personas que quieren comenzar a sentirse bien o mejor con su imagen. Profesionales del Hospital de Clínicas comparten algunos consejos clave para tener en cuenta.

El horario es un dato importante: siempre conviene hacerlo a primera hora de la mañana (de paso tienen energía extra) o por la tarde, una vez que haya bajado el sol. La ropa debe adaptarse a la temperatura que vivamos, en los días más cálidos elegir ropa liviana y telas que retengan la humedad.

Si estamos empezando a hacer deporte recordemos que primero podemos subir la cantidad de veces semanales, luego el volumen y, por último, la intensidad. La temperatura ideal para hacer deporte al aire libre oscila entre los 20 y 24°C, mientras que superado los 25 grados y hasta los 28 se considera «peligroso».

Aunque nos cuidemos, el cuerpo puede sentirse mal e incluso darnos señales. Si de pronto manifestamos
dolores de cabeza, presión baja, deshidratación, calambres o náuseas, debemos interrumpir de inmediato la actividad que estemos realizando.

Sobre qué bebida tomar y cuánto, los expertos indican entre 400 y 600 ml dos horas antes de empezar a entrenar. Ahora, si la actividad que practicamos es de alta intensidad o dura más de una hora, sería preferible reemplazar el agua por bebidas isotónicas.

Otro punto importante es sumar una colación previa al entrenamiento, consumiéndola unos 40 minutos antes de inicio. En particular, sugiere como opciones una o dos frutas frescas, 40 gramos de fruta seca, una barrita o yogurt con cereales, 50 grs. de dulce de batata o membrillo, tres galletitas de avena y chocolate, o un sándwich pequeño de pan árabe con jamón y queso.

02 de febrero de 2018
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