Como todo en la vida, el ejercicio puede ser benéfico cuando se hace en su justa medida, pero puede ser negativo cuando es excesivo. Todo depende de los síntomas que tengas y de la cantidad de ejercicio que hagas. Por eso, antes de ponerte las zapatillas deportivas, informáte bien y prestale atención a tu cuerpo.
¿Ejercicio sí o no?
-Por un lado, el ejercicio te ayuda a combatir el virus que causa el resfrío y la gripe ya que fortalece tu sistema inmunológico. Cuando te ejercitás, tus glóbulos blancos, encargados de defender tu cuerpo de virus y bacterias, corren más fácilmente por tu torrente sanguíneo y así combaten las infecciones más rápido. Esto no sólo te ayuda a combatir la enfermedad, sino también a prevenir futuras recaídas pues mantiene tus defensas más fuertes.
-Sin embargo, también necesitás descanso, pues tu sistema inmunológico necesita que tu cuerpo esté descansado y libre de estrés para poder funcionar mejor.
Las preguntas clave para saber si debes o no hacer ejercicio cuando estás resfriado o tienes gripe, son: ¿cuándo? y ¿cuánto?
¿Cuándo?
Todo depende de los síntomas:
–Es seguro hacer ejercicio cuando tus síntomas son leves y tolerables, como: estornudos, nariz que gotea o está congestionada, dolor de garganta.
-En cambio, no es conveniente cuando tus síntomas son más fuertes, como: congestión de pecho, tos, malestar estomacal, dolor de músculos, fatiga y fiebre. Si haces ejercicio cuando tienes fiebre, puedes deshidratarte. Nadie con fiebre debe ejercitarse.
La clave está en prestarle atención a tu cuerpo. Cuando los síntomas de la gripe son ligeros y te sientes bien ejercitando, continuá. Pero si te sentís mal a medida que continuás la actividad física, bájale al ritmo o simplemente frená.
Si los síntomas de la gripe son más fuertes y no tienes ni ánimo de levantarte para ir a la escuela o al trabajo, menos ánimo vas a tener para salir a trotar o andar en bicicleta. En ese caso tu cuerpo está pidiendo reposo y buena alimentación para recuperar las energías. Y, si se puede, muchos mimos para recuperar el ánimo.
¿Cuánto?
-El ejercicio regular y moderado fortalece tu sistema inmunológico, en compañía de una buena alimentación, suficiente descanso y estar libre de estrés. Cuando se habla de ejercicio regular, son actividades que se hacen mínimo por 30 minutos al día o varias veces a la semana, y que son básicamente cardiovasculares como andar en bicicleta, correr, nadar, caminar, patinar.
-Pero el ejercicio intensivo y extremo puede tener efectos negativos sobre tu sistema inmunológico. Algunos estudios han descubierto que el ejercicio excesivo puede disminuir la cantidad de glóbulos blancos que recorre tu cuerpo, y al contrario, aumenta las hormonas del estrés (la adrenalina y el cortisol) que a largo plazo pueden debilitar tu sistema inmunológico y hacerte más propenso a enfermarte.
-Si definitivamente tenés muchas ganas de ir a ese juego de fútbol o de ir al paseo en bicicleta con tus amigos, escuchá a tu cuerpo, o consultá con tu médico, él o ella podrá darte un consejo más acertado tras evaluar tus síntomas. Y ante la duda, si estás enfermo con una gripe o resfrío, recordá que es cuestión de unos cuantos días si no se complica y es mejor errar en el lado del descanso que en el de la actividad física.
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