La lactancia materna ofrece innumerables beneficios tanto para el bebé como para la mamá. La Organización Mundial de la Salud (OMS) confirma que la misma reduce la mortalidad infantil.
Se recomienda la leche materna como alimentación exclusiva durante los seis primeros meses de vida. Luego, se plantea un refuerzo con alimentos sólidos y líquidos, manteniendo la lactancia de forma complementaria al menos hasta los dos años.
La lactancia materna requiere aprendizaje y muchas mujeres tienen dificultades al principio, como dolores en el pezón y temor a que la leche no sea suficiente para mantener al bebé. Por eso, consolidar una red de apoyo a las madres y a las familias para que inicien y mantengan la lactancia materna es fundamental.
Recomendaciones
1. Intimidad y succión precoz del pezón. Este es el escenario perfecto para un buen inicio de la lactancia. Los pediatras insisten en que no se interrumpa el primer contacto piel con piel después del parto, pues es durante las dos horas siguientes al nacimiento cuando el recién nacido está más despierto y activo. Así succionará mejor y aprenderá a mamar inmediatamente.
2. Practicá el amamantamiento exclusivo y a demanda. A partir de esta primera toma, deberás alimentar a tu bebé siempre que lo pida. Durante las primeras semanas, hará unas 8 a 10 tomas al día a intervalos que él irá marcando. Solo hay que despertarlo si pasan más de 4 horas entre toma y toma.
3. Juntos día y noche. Ya que la secreción láctea depende de la succión es fundamental que no te separes de él y que sólo se alimente de tu leche, día y noche. Él se irá regulando con el tiempo.
4. Una correcta posición. Las grietas y la baja producción láctea están relacionadas con una postura incorrecta para dar de mamar.
5. No lo quites del pecho. Lo hará él solito. Tampoco lo cambies de pecho antes de que esté vacía la mama. La leche del comienzo es más aguada, rica en azúcares y proteínas para calmar la sed. La última tiene mayor contenido en grasas y vitaminas para saciarle.
6. No añadas la mamadera. Recuerda que tu pecho es un surtidor provisto de un mecanismo de abastecimiento que no falla: si tu hijo no succiona, no se llenará.
7. No al chupete. Hasta que la lactancia esté bien establecida, no le ofrezcas chupete para que no haya confusión con la succión del pezón.
8. Descansá todo lo que puedas. Si te has pasado la noche en vela, encadenando una toma con la otra, no tengas reparo en dormir una siesta al mediodía.
9. No al estrés. Los primeros días necesitas tiempo y tranquilidad para conseguir que tu hijo se agarre bien al pecho. Pedí a alguien que atienda a las visitas cuando estés amamantando a tu bebé.
10. Confía en tu bebé. Él sabe cuánta leche necesita y cuándo y cómo conseguirla.
11. Confiá en vos. No dejes que te invadan pensamientos de fracaso. Al igual que la inmensa mayoría de las mujeres, vas a poder y le vas a dar el mejor alimento.12. Confíá en tu pediatra. Ante cualquier duda, consulta con el médico. La lactancia puede resultar complicada al principio pero pasados estos primeros días, es la manera más sana, fácil y económica de alimentar a tu pequeño.
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