Algunos alimentos tienen un efecto positivo tanto en la fertilidad masculina como en la femenina. Por lo tanto, aquellas personas que están en el camino de convertirse en padres, deben tener en cuenta que al mejorar sus hábitos alimenticios pueden aumentar las posibilidades de embarazo ¡Leé el siguiente artículo y tomá nota!
Una alimentación equilibrada aumenta las posibilidades de embarazo, e influye en la respuesta de las pacientes a los tratamientos y en la fertilidad. Por eso, es indispensable ser conscientes de qué es lo que comemos, cuál es su calidad y cómo combinamos estos alimentos:
-Priorizá los hidratos de carbono de tipo complejos y la ingesta de fibras.
–Priorizá las proteínas: las de origen vegetal por sobre las de origen animal.
–Incluí a las grasas monoinsaturadas, pero no a las trans, ya que generan efectos perjudiciales a nivel del organismo y esto repercute en lo reproductivo.
–Incorporá minerales y vitaminas, como el ácido fólico y las vitaminas B12, A, D y E; ya que la alimentación va a repercutir en el estado metabólico de nuestro organismo, en la producción de radicales libres y en los mecanismos oxidativos a nivel corporal.
¿Cuáles son esos alimentos?
Semillas de chía, lino y cáñamo
Dos cucharadas sobre cualquier plato. Son fuente de grasas Omega-3, muy necesarias para la óptima maduración del óvulo y, después, para el desarrollo del cerebro y la retina del feto. Se pueden consumir molidas para aprovecharlas bien.
Semillas de calabaza
Ricas en zinc y en grasas omega-6, necesarias para el buen funcionamiento hormonal. La ración ideal es una cucharada diaria, ligeramente tostadas. Además, ¡son muy ricas!
Nueces de Brasil
Ricas en selenio, un mineral que actúa también como antioxidante frente a posibles alteraciones oxidativas y potencia la acción de la vitamina E.
Mandarinas, kiwi y pimiento
Ricos en vitamina C, que interviene en la formación de tejidos, facilita la absorción del hierro y multiplica la eficacia de la vitamina E, muy importante en la reproducción.
Maní
Es una legumbre rica en proteínas. Es además fuente de folatos y de zinc, un mineral esencial para la fertilidad que regula los sistemas reproductores masculino y femenino. Lo ideal es consumir un puñado dos días a la semana.
Frutos rojos
Los silvestres son más ricos en antioxidantes, que protegen a las células de los daños producidos por radicales libres en el ADN y las mitocondrias. Consumir tres veces a la semana una taza de frambuesas, moras o arándanos.
Levadura nutricional
Es una gran fuente de aminoácidos, fibra, vitaminas B, magnesio, hierro, fósforo, cobre, zinc y cromo. ¡Atención! No hay que confundirla con la levadura de cerveza. Añadí a tus comidas, una o dos cucharadas al día en ensaladas, salsas o verduras.
Lentejas
Son las legumbres más ricas en hierro, un mineral que interviene en la formación de sangre y en su correcta oxigenación. Es importante evitar que haya anemia antes de que se produzca el embarazo. Se recomienda consumir una ración tres o cuatro veces a la semana en guisos, ensaladas o en forma de paté.
Quinoa
Este pseudocereal, muy versátil en la cocina, posee grandes propiedades nutricionales, también para la fertilidad. Aporte aminoácidos, fibra y otros minerales indispensables para la salud del sistema reproductor. Se puede consumir unas dos o tres veces por semana, previo remojarlas unas horas para que sean aún más nutritivas.
La combinación de una buena alimentación y actividad física va a permitir que las personas tengan el peso adecuado en relación a su estatura. Eso ayudará a tener éxito en los tratamientos de reproducción y menos complicaciones a la hora del embarazo.
La mejora de los hábitos por sí solos no cambiará el diagnóstico de infertilidad, pero podrá mejorar las tasas de éxito en los tratamientos por el hecho de crear un estado saludable en el organismo.
Finalmente, recordá que incorporar hábitos saludables no tiene por qué ser un sacrificio. Una buena combinación también nos permitirá tener una dieta más variada.
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