Reducir el consumo de azúcar agregada en la alimentación es bueno para la salud y para evitar el sobrepeso. En la siguiente nota te compartimos algunos consejos para incorporar en la rutina diaria.
La cantidad de azúcar que consumimos no debería superar el 5% del total de calorías ingeridas en el día. Es decir, 25 gramos de azúcar para una dieta básica de 2.000 kilocalorías. No parece un límite difícil de respetar, pero siempre termina siendo una meta imposible.
No se trata sólo del azúcar en el café de la mañana (dos cucharaditas, 8 gramos), sino de entender de dónde sale el resto del azúcar que consumimos diariamente. El gran problema es que no somos conscientes de lo que consumimos porque está en muchos alimentos procesados, como las gaseosas azucaradas y los productos de panadería, y otros de los que quizá no sospechábamos tanto, como las salsas.
Estas son algunas recomendaciones:
1. Tomá agua o bebidas y jugos sin calorías en lugar de gaseosas azucaradas o bebidas deportivas.
2. Si bebés jugo de fruta, aseguráte de que sea jugo exprimido y natural, no un jugo con azúcar agregada. Mejor aún, en lugar de tomar el jugo, si comés la fruta también podés aprovechar la fibra.
3. Para el desayuno, optá por cereales sin azúcar y mermeladas, jaleas y conservas reducidas en azúcar o light.
4. Comé frutas frescas para el postre en lugar de productos de pastelería, tartas, helado u otros dulces.
5. Comprá frutas enlatadas sin azúcar o en almíbar light.
6. Consumí vegetales, frutas, quesos con bajo contenido de grasa, cereales integrales con bajo contenido de grasa y yogur descremado para hacer colaciones.
7. Reemplazá el azúcar de infusiones y preparaciones caseras por edulcorante.
8. Moderá el consumo de productos de pastelería (facturas, tortas, masitas y budines).
9. Realzá el sabor dulce de las preparaciones con vainilla, canela o jengibre.
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