Postergar la dieta, poner de excusa la falta de tiempo, correr planes placenteros de la agenda por reuniones laborales, la lista es larga, pero podemos ayudarte para que encuentres la forma de sentirte mejor, y lo agradezcas
para siempre.
1. Vivir estresado
Dormir poco es uno de los síntomas clásicos de nuestra época, pero el estrés crónico puede tener grandes consecuencias, como problemas para concentrarse en tareas diarias, alteraciones en la piel, mal humor y dolores musculares.
2. Consumir comida con alto contenidos de grasa o azúcar.
Podemos comerlos cada tanto, pero siempre con mesura. Ya son célebres palabras como diabetes, hipertensión y obesidad, por citar solo algunos de las afecciones asociadas.
3. Sedentarismo.
Es el segundo factor de riesgo después del tabaquismo. Seguramente tengas un trabajo que te mantenga atado a una silla por muchas horas. De ahí la clave: contrarrestá con algunas actividades que te hagan sentir bien. Al menos, media hora de actividad física, unas 3 veces por semana.
4. Mal y breve sueño.
No es solo estar cansado. Dormir poco nos trae conflictos para concentrarnos, recordar información y tener un buen estado de ánimo. Así que tengamos paciencia y dejemos que las ovejitas se amontonen en nuestro descanso!
5. No cuidarse del sol.
Alergias, arrugas, manchas e incluso problemas oculares. Al sol debemos tenerle tanto respeto como al mar. Valete de un buen protector y acudí siempre a un dermatólogo.
6. Obviar el desayuno.
Es el pecado clásico de los que viven a las corridas. En ningún caso deberíamos olvidarnos de desayunar. La primera comida nos evita andar con fatiga, nos mantiene concentrados y con energía para enfrentar la jornada.
7. Ser solitario.
No es en todos los casos, pero suele tener injerencia con la salud física y psíquica. Sentirse solo provoca mayor riesgo de depresión y aumenta las posibilidades de sufrir pérdida de funciones cognitivas.
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QUE TE AYUDARÁN A CUIDAR TU SALUD