La malnutrición es la principal causa de problemas de salud a nivel global. La obesidad, en particular, ha crecido de manera alarmante, por lo tanto, es urgente abordar la situación como un problema prioritario de salud pública. En esta nota hablaremos sobre los principales factores de riesgo, el rol de la publicidad y la importancia de las medidas de prevención.

La  prevención  de  la  obesidad  es  especialmente  importante  en  la  infancia y en la adolescencia,  ya  que se reducen las chances de padecer obesidad en la edad adulta, que puede traer consecuencias como: problemas cardíacos, diabetes, muerte prematura y discapacidades evitables. En esa etapa se construyen los hábitos que perdurarán toda la vida, sin embargo, hay que tener especial cuidado, ya que se más vulnerable a la influencia de los mensajes del entorno.

El aumento de la obesidad responde a cambios en el entorno

Los alimentos ultraprocesados y sedentarismo son los dos principales factores de riesgo de la obesidad. Ciertos cambios sociales, demográficos, económicos y ambientales provocan un aumento en el consumo de alimentos altos  en  grasas,  sal,  azúcar  y  carbohidratos  refinados  y  aumentan la tendencia a la falta de actividad física.

Si bien la demanda de productos ultraprocesados disminuye en países de altos ingresos, va en aumento en regiones más vulnerables como América Latina, debido a su amplia oferta, fácil consumo y bajo precio. Está probado que la exposición a este tipo de publicidades aumenta los niveles de ingesta de los niños y niñas, influye en sus decisiones de compra y la de sus familias y condiciona sus hábitos alimenticios.

Aunque América Latina es una de las regiones que más ha avanzado en la lucha contra la desnutrición crónica, es también una de las zonas más afectadas por el aumento del sobrepeso y la obesidad. La Argentina  ocupa  el  segundo  puesto  regional  en  sobrepeso  en  menores  de  5  años,  con  cifras  cercanas  al 10%, y se estima que casi 1 de cada 3 niños y niñas en edad escolar padecen sobrepeso u obesidad. Además, el país es uno de  los  mayores consumidores mundiales de bebidas azucaradas y alimentos ultraprocesados.

La salud es una inversión

Los estados deben garantizar una alimentación sana, nutritiva y suficiente y promover el bienestar de todas las personas. En el informe de la UNICEF del año 2019 sobre la obesidad infantil, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible presenta las siguientes políticas necesarias:

• Regular el etiquetado frontal de los alimentos y bebidas para identificar con claridad aquellos que son altos en sodio, azúcares libres y grasas.

• Prohibir  la  promoción,  publicidad  y  patrocinio  de  alimentos  y  bebidas  de  bajo  valor nutricional.

• Proteger adecuadamente escuelas, garantizando que sean libres de promoción y/o venta de productos perjudiciales para la salud.

• Establecer impuestos especiales para alimentos y bebidas de bajo valor nutricional y subsidios para alimentos naturales, en especial frutas y verduras.

• Complementar todas las políticas con comunicación masiva y campañas de educación nutricional.

27 de febrero de 2020
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