Durante el día afrontamos todo tipo de desafíos y tareas: laborales, domésticas o personales. Comenzar la mañana de manera organizada, generando hábitos saludables antes del desayuno, te ayudará a encarar la jornada con energía y productividad. En esta nota, te brindamos algunos tips para aprovechar este tiempo de la mejor manera.
Las primeras horas de la mañana son un espacio para desarrollar actividades que requieran mucha concentración. La mente esté dispuesta a la resolución de actividades complejas, por lo que muchos directivos de grandes compañías utilizan ese tiempo para lo prioritario. Otros lo destinan al ejercicio físico o al contacto familiar estrecho.
Hábitos saludables antes del desayuno:
1. Tomar agua
Los beneficios de beber agua van desde una mejora en la ingesta total de calorías hasta el estímulo para el funcionamiento renal. Además, ayuda a la elasticidad de la piel y a evitar el estreñimiento.
2. Madrugar
Madrugar se consigue con práctica y persistencia. Tras algunas semanas de despertar al mismo horario, el organismo se acostumbra y entiende que esa es la hora indicada.
3. Evitar el “5 minutos más”
Una vez que el organismo despertó, volver a generar un nuevo ciclo de sueño, aunque sea corto, provoca un efecto de somnolencia durante el resto del día. El fenómeno se conoce como inercia del sueño.
4. Ejercicio físico
Es la actividad más recomendada para realizar antes del desayuno. Salir a correr, encarar una rutina anaeróbica o acudir a un gimnasio ayuda al control de las calorías y activa el organismo.
5. Meditación o yoga
Tomarse unos 15 o 20 minutos para relajarse, practicar meditación, yoga, respiración profunda o mindfulness. Lograr una desconexión con los pensamientos y las constantes tareas pendientes ayuda a evitar el estrés y mejora el rendimiento en la posterior resolución de problemas.
6. Parar, pensar, planificar
Debido al ritmo laboral, las demandas de repuestas rápidas son cada vez más inmediatas, lo que dificulta una mejor elaboración de las mismas. Tomarse unos minutos para reflexionar y planificar la jornada es un hábito que aporta a la organización mental. Realizar una lista de objetivos diarios, semanales y hasta mensuales ayuda a tener claro dónde depositar el esfuerzo.
7. Proyectos importantes
En las primeras horas de la mañana suele haber más silencio, algo que favorece la concentración, ya que la mente está más motivada y dispuesta a las complejidades.
8. Proyectos personales
Algunas personas prefieren ocupar ese espacio en proyectos que tienen que ver con el desarrollo personal. Por ejemplo, escribir un blog o un libro, practicar algún instrumento o incorporar idiomas. Es más probable que esas actividades se posterguen durante la tarde o la noche.
9. Tiempo con la familia
Muchos eligen dedicar ese tiempo para los seres queridos antes del desayuno. Conectarse con la familia, generando intercambios de calidad, es más probable sin los pensamientos y el cansancio que arrastra una jornada.
10. Leer noticias
Informarse mediante el diario, el noticiero o las redes sociales es una actividad que muchas personas elijen para las primeras horas. Sin embargo, se trata de un hábito personal. Si bien para algunos es saludable comenzar el día informados, otros prefieren evitar el efecto de negatividad que conllevan las noticias.
Descubrir los hábitos propios
Es importante probar e identificar qué hábitos son los que más se acomodan a cada persona. También es posible una planificación semanal que incluya ejercicio, tiempo con la familia, meditación y dedicación a los proyectos personales. Aunque no se pueda seguir de forma lineal, es útil como referencia.
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