¿Tenés resfríos, tos y cansancio en forma frecuente? Una caminata diaria o una sencilla rutina de ejercicios varias veces a la semana te hará sentir mejor. El ejercicio tiene innumerables beneficios, entre ellos, ayuda a disminuir las probabilidades de sufrir enfermedades del corazón y mantiene tus huesos sanos y fuertes, sin embargo ¿Cómo influye en la inmunidad? Conocé más en esta nota:
El ejercicio ayuda a sentirse saludable y con más energía, y hace que uno se sienta mejor consigo mismo. Existen varias teorías sobre si el ejercicio aumenta la inmunidad contra ciertas enfermedades, aunque ninguna de estas se ha comprobado. Algunas de estas teorías son:
–La actividad física ayuda a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias. Esto puede reducir las probabilidades de contraer un resfrio, gripe u otras enfermedades.
–El ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los glóbulos blancos (GB). Los GB son las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades. Estos anticuerpos circulan más rápidamente, así que pueden detectar enfermedades con más rapidez. Sin embargo, nadie sabe si estos cambios ayudan a prevenir infecciones.
–La elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano. Esta elevación en la temperatura puede ayudarle al cuerpo a combatir mejor una infección. (Esto es similar a lo que sucede con la fiebre).
–El ejercicio disminuye la secreción de las hormonas del estrés. Un nivel alto de estrés incrementa las probabilidades de que se presente una enfermedad. Disminuir las hormonas del estrés puede proteger contra enfermedades.
Existen estudios que han demostrado que las personas que llevan un estilo de vida moderadamente activo se benefician más al iniciar (y cumplir) con un programa de ejercicios, que puede consistir en:
–Andar en bicicleta algunas veces a la semana.
-Hacer caminatas diarias de entre 20 y 30 minutos.
–Ir al gimnasio día por medio.
–Jugar golf de manera regular.
El ejercicio es bueno pero no hay que excederse sólo para incrementar su inmunidad. Los ejercicios pesados y prolongados (como correr una maratón y el entrenamiento intenso en el gimnasio) podrían causar daño. Por otro lado, no existe evidencia contundente que demuestre que tomar suplementos inmunitarios junto con el ejercicio baje la probabilidad de enfermarse o contraer infecciones.
En todo caso, basta con sumar al menos 30 minutos diarios de actividad física. Pueden ser actividades planificadas como caminar, trotar, andar en bicicleta, nadar, bailar, practicar deportes, o actividades de la vida cotidiana, como subir y bajar escaleras en vez del ascensor, caminar en vez de usar el auto, bajar antes del colectivo, realizar tareas domésticas y de jardinería, lavar el auto.
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