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La tiroides es la glándula encargada de regular el metabolismo, por eso, es importante aprender a cuidarla. En esta nota te brindamos algunos consejos sobre alimentación y también compartimos algunos hábitos saludables que te ayudarán a protegerla.
1- Alimentos a incluir
Es fundamental mantener una alimentación balanceada y saludable, priorizando los alimentos que son fuentes de fibras, antioxidantes, proteínas y minerales como yodo, selenio, zinc y cobre.
Yodo. Al ser el elemento que regula la energía del cuerpo y el crecimiento, es indispensable incluirlo en la dieta. Las fuentes más ricas en yodo son la sal yodada, los mariscos, los pescados de mar, algas, huevos.
Lácteos. Los problemas con la tiroides tienden a debilitar los huesos. Consumir leche, yogur y queso es una manera fácil de fortalecerlos.
Infusiones con hierbas naturales que ayudan aliviar los síntomas de hipotiroidismo, como el té de fucus o de genciana. El té verde y bálsamo de limón son ricas en antioxidantes que ayudan a calmar la hiperactividad de la tiroides.
Zinc, que está presente en la carne de vaca, las nueces, castañas y nuez del Brasil.
Selenio, que está presente en los huevos, carnes, mariscos, champiñones, cereales integrales y nuez del Brasil.
Cobre, que se encuentra en el cacao, maní, almendras y avena
Vitamina A, Hígado de vaca, huevos, lácteos, calabaza, zanahoria, zapallito, damasco, durazno, papaya;
Alimentos fuente de aminoácidos, como las carnes, pescados, legumbres, frutos secos y semillas;
Alto contenido de antioxidantes, que se encuentran en la acerola, calabaza, anacardo, papaya, frutilla, tomate, palta y naranja, entre otros.
2- Qué debemos evitar
Evitar los estimulantes. El alcohol, el tabaco y la cafeína tienden a inflamar la glándula tiroidea ya que aceleran el metabolismo y hacen que funcione más de lo debido.
Controlar la soja. Dentro de los principios nutritivos de la soja se encuentran los fitoestrógenos, los cuales, aunque ayudan a reducir el colesterol, interfieren con el funcionamiento de la glándula tiroidea porque evitan la fijación de yodo en el organismo.
3- Hábitos que debemos incorporar
Dormir bien. Tanto el cansancio como el insomnio debilitan la glándula tiroidea ya que, por sobrecarga de trabajo, quema reservas de energía y gasta más yodo.
Hacer ejercicio. Para controlar la velocidad de actividad de la tiroides es indispensable hacer ejercicio todos los días, ya que ayuda a que el metabolismo se regule y encuentre un punto de equilibrio. Un mínimo de 30 minutos de cardio cumple la tarea.
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QUE TE AYUDARÁN A CUIDAR TU SALUD