Un desayuno completo y equilibrado es fundamental para afrontar el día con mayores niveles de concentración y energía, como así también para evitar los bajones de azúcar que nos hacen picar entre horas. ¿Cómo debería ser tu desayuno ideal? Descubrílo en esta nota.
El desayuno debe aportar alrededor del 25% de la ingesta calórica diaria. Al combinar los distintos elementos de forma equilibrada, el cuerpo puede absorber las vitaminas, fibra, carbohidratos y minerales que necesita para comenzar el día de la mejor manera.
En el caso de los niños, la importancia del desayuno es aún mayor. Su cuerpo y cerebro están en pleno crecimiento y dependen en gran medida del consumo regular de alimentos. Al pasar un largo periodo de tiempo sin comer, el niño podría sufrir de diversos problemas físicos, intelectuales y de comportamiento.
En el caso de los adolescentes, un estudio comprobó que aquellos que desayunan a diario tienen un índice de masa corporal más bajo que los que nunca desayunan o lo hacen ocasionalmente.
¿Qué desayunar?
Es fundamental incluir alimentos de calidad. Un aporte de nutrientes adecuado garantiza el buen funcionamiento del organismo durante la jornada.
Huevos. Uno de los alimentos más completos por el aporte de proteínas, vitaminas, minerales y oligoelementos.
Productos lácteos. Elegí los que más te gusten, pero es mejor que sean enteros. La leche, el yogur y el queso aportan vitaminas, proteínas y calcio.
Frutas. Aportan minerales, carbohidratos y vitaminas. Si además las comés con piel te dan la fibra que necesitas y te aportan sensación de saciedad.
Jamón. En cantidades pequeñas.
Cereales o pan integral. Tienen carbohidratos y fibra.
Café, té o infusiones.
Evitar las grasas trans
Uno de los principales problemas en el desayuno de muchas personas es la presencia de productos poco saludables, con alto contenido en azúcares simples y en grasas de tipo trans. Esta clase de elementos incrementan la inflamación en el organismo, así como las probabilidades de enfermar.
Los protocolos del ayuno
En los últimos años se han popularizado una serie de protocolos de ayuno intermitente. Estos han demostrado beneficios a nivel de pérdida de peso y de mejora de la salud en general. Hoy existen estudios científicos que lo apoyan, aunque hay profesionales más conservadores que están en contra de este tipo de mecanismos.
El ayuno no puede ser aplicado en cualquier contexto. No lo deben llevar a cabo niños, adolescentes o embarazadas, ya que deben evitar las restricciones calóricas que condicionan negativamente el desarrollo de los tejidos.
Si tenés dudas sobre cómo realizar un buen desayuno, qué productos incluir o cómo distribuirlos a lo largo de la semana, lo más recomendable será consultarlo con un profesional o nutricionista. Así conseguirás maximizar los beneficios de cuidar la primera comida del día.
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