Con la llegada de las vacaciones, es común que las familias alteren sus horarios y rutinas diarias, lo que también afecta su alimentación. Por eso, aquí te ofrecemos algunos consejos para que los más pequeños mantengan buenos hábitos alimentarios durante todo el verano.
Para evitar que la alimentación de los niños se descontrole en esta época, es importante prestar atención a los horarios de las comidas y ofrecerles alimentos nutritivos y saludables.
Consejos
1- Correcta hidratación
-Es esencial para un buen estado de salud, para prevenir los golpes de calor y la deshidratación.
-Deben tomar el agua que necesitan, y no sustituirla por bebidas azucaradas o gaseosas, aunque podemos ofrecer agua con sabores frutales preparada por nosotros mismos.
-Si nuestro bebé se alimenta de lactancia materna exclusiva, ofrecerle el pecho a demanda y aumentar nuestra hidratación.
2- Más frutas y verduras
– Son muy hidratantes y una importante fuente de vitaminas y minerales.
–Combiná distintos colores y agregá frutas de temporada como el melón, la sandía, el durazno o las ciruelas. Todas estas frutas se pueden ofrecer desde los 6 meses como parte de la alimentación complementaria.
3- No descuides la forma de cocinar
La plancha, los hervidos, el vapor, el horno y la parrilla, si se hace con ingredientes saludables, son maneras de cocinar perfectas para esta época del año. Por el contrario, debemos huir de alimentos precocidos, comidas rápidas y fritos.
4- Optá por platos frescos y ligeros
Sopas frías, ensaladas, cremas o gazpachos pueden complementar nuestras comidas, cenas y meriendas de forma equilibrada, además de combatir el calor.
5-Evitá cenas abundantes
La cena debe ser más liviana que el almuerzo y no debe ofrecérsele al niño justo antes de irse a la cama, ya que dormir con el estómago lleno puede causarle malestar y dificultar su sueño.
6- Intentá que los horarios de comidas no se alteren demasiado
Esto evita variaciones en el apetito, picoteos poco saludables a deshoras o atracones que pueden generar malestar o incluso influir en el peso.
7- Alimentos seguros en cualquier situación
Con la llegada del verano, aumentan las ganas de salir de excursión y disfrutar de picnics o asados al aire libre. En estas situaciones, es crucial tomar precauciones adicionales al cocinar, transportar y almacenar los alimentos para evitar intoxicaciones.
8- No fuerces al niño a comer
La pérdida de apetito es muy común en verano y suele ser pasajera, pero si notás que tu hijo lleva un tiempo sin querer comer o comiendo poco, conviene consultarlo con el pediatra.
9- Respetá la digestión.
Aunque no se trata de hacer una digestión de dos horas como se hacía antes, sí es importante respetar un cierto tiempo de reposo tras la comida principal para evitar el síndrome de hidrocución debido a un cambio brusco de temperatura a la hora de meterse en el agua.
10-Helados y productos de repostería, con moderación
-Como los helados contienen grandes cantidades de azúcar y grasas saturadas, no deberían consumirse con frecuencia. Sin embargo, se puede ofrecer a los niños un helado de vez en cuando, siempre y cuando el resto de su dieta sea variada y balanceada.
-Una excelente opción son los helados saludables hechos en casa, prestando atención a los ingredientes y evitando los azúcares libres y el exceso de grasas. Esto también aplica a los productos de repostería.
11- Comer en familia
Comer en familia es siempre una de las recomendaciones más comunes de los especialistas, ya que inculca a los niños hábitos alimentarios importantes y saludables. Esto los ayuda a desarrollar interés por los alimentos que se consumen en casa, algo que podemos aprovechar para que conozcan nuevos sabores y texturas.
Además, los niños participan activamente de un acto social en el que se comparten anécdotas y vivencias, pasando un rato divertido alrededor de la mesa.
Por lo tanto, aunque es habitual que durante el verano los hábitos alimenticios de toda la familia cambien y nos permitamos algunos caprichos, es importante seguir ciertas recomendaciones para que la dieta de los más pequeños no se desajuste y termine teniendo consecuencias negativas.
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